𝑰𝒌𝒖𝒕𝒐𝒔𝒉𝒊𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊 『🌸』Suoh Mikoto |𝕂 𝕡𝕣𝕠𝕛𝕖𝕔𝕥|

『🌸』I

Mis pensamientos hilados, mis

palabras ensangrentadas, bailan

con el viento en la carta que busco.

Como si tratara de pasar tu fachada

deja un rastro de aroma

Suavemente teñido con la primavera....

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Primavera, una de sus estaciones favoritas, en dónde podría apreciar el renacimiento de cada flor, árbol, planta, y los vegetales y frutas maduraban. La estación en que los animales en celo buscaba una pareja para reproducirse siendo el resultado, unas lindas crías. Primavera, donde su historia dio inició al conocer a cierto chico que le cambiaría la vida. Primavera, amaba la primavera, mas allá de ver sus arboles de cerezo favoritos florecer y apreciar el sol y el calor broncear su piel, el viento, el ambiente, los días calurosos y sofocantes, o los días frescos, más que esos gustos, amaba la primavera solo por él.

- Mikoto, no crees que estás muy joven para fumar. - Reprendió con brazos cruzados en el pecho a cierto pelirrojo que estaba encendiendo otro de sus cigarrillos del día. Con una mueca (Nombre) se tapó la nariz debido al olor, no le gustaba para nada el cigarro, pero lo toleraba hasta cierto punto de ver como el pelirrojo fumaba y fumaba cada dos por tres. Suoh Mikoto, era el nombre completo de ese chico. Estaban en unos de esos días en que solían estar juntos, sentados en una banca viendo las flores de cerezo moverse con el viento y caer, ella amaba eso, y la tranquilidad que tenían. El estudiante exhaló el humo del tabaco con experiencia y soltó un quejido.

- Tu padre sabe que te escabulliste de la escuela otra vez solo por venir con nosotros. - No era pregunta, afirmaba con desdén.

- Haaa! Sí, por eso llamó, de nuevo ha ido a la escuela a por mí y bueno, tu sabes, no me encontró. - Se rascó la mejilla nerviosa. - Papá sigue discutiendo conmigo cada vez que puede y dice cosas horribles y tontas que no soportó. Tu y yo somos vecinos y sera imposible dejar de vernos, eres mi amigo al igual que ese par que viene allá. - Señalo la dirección en que dos animados jóvenes venían riendo. Al verla, al menor de los tres se le iluminaron los ojos, le tenia bastante cariño a la chica, y viceversa, eran sus mejores amigos.