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YO

Sonreí, ¿Qué más haría? Es natural reír cuando algo te hace gracia. Pero, ese no era el punto, el problema, la razón de tantas vueltas y giros era bastante simple, tan simple que hacia pensar a uno si no lo averiguo primero, por ser demasiado inteligente saltando la posibilidad o por ser tan estúpido que no había forma de pensar. Estoy seguro, no soy un idiota, al menos, no me considero uno, de hacerlo ese ego por el que me conocen no existiría de esa forma despampanante.

¿De qué me rio? ¿Quieres saber? De mi mismo, esa es la respuesta a una pregunta que nadie además de mi hará, al menos ahora es así, hubo un tiempo donde sonreía y las personas preguntarían, yo respondería con una mirada orgullosa y la barbilla levantada a los cielos, la respuesta era menos directa y más falsa de como respondo ahora: "¿Por qué te importa?"

Me siento, no sé cómo me siento realmente, no sé cómo debería sentirme, sinceramente y para preocupación de muchos no estoy triste y llorando tal cual algunas personas que se regodean de esta desgracia mía desean que sea, no, yo siento una increíble ira, odio, desprecio y burla hacia mi mismo, yo que soy mi orgullo más grande y (considero) el del mundo, porque muchas personas no estarían en donde están ahora sin mi. Sin embargo el mundo da giros y vueltas, yo que creí superar a todos viviendo encima de todos, fui eliminado por un truco de niños, simple, tan simple que es perfecto para mi, tan simple que no me deja más que odio por mi.

Desearía poder tener un arma en las manos, disparar y olvidar tal humillación, desgraciadamente no puedo, incluso si tuviese un arma no dispararía; alguien como yo morir por sus propias manos es mejor destino y la mejor muerte, no creo que alguien se atreva a discutirlo; mas ese no es mi problema, no me falta coraje, sólo considero que dejar una marca en mi cuerpo perfecto como los diamantes con los que solía jugar es un pecado castigado de igual o mayor magnitud que los siete pecados originales juntos eso sin mencionar que no creo en dios, nunca lo hice y en este momento menos.

Siempre odie con todo mi ser las películas, novelas, series y todo lo relacionado, nunca pude ser feliz según muchos conocidos, nunca disfruté de la vida o la infancia, en realidad yo lo que nunca hice fue entenderlos, ellos vivieron un infierno en mis ojos, no entiendo cómo puedes disfrutar de la misma historia con diferente nombre, todas las historias contadas en lo mencionado anteriormente son repeticiones, llenas de cliché, lo único diferente (en ocaciones ni eso cambia) los nombres de los personajes, el lugar y el tiempo.

Detestando desde siempre los clichés no me di cuenta de vivir en uno, afortunadamente la vida no arruino más mi mente y no me encontré con alguna "luz  de luna", esa podría ser la mejor cosa de toda esta humillación, de no haberlo evitado en este momento realmente me importaría poco mi apariencia, eso sería un desastres para todos: orgullo, vanidad, ego, las personas que me rodean, etc.

No contaré mi historia, no hay necesidad, no hay oyentes y tampoco ganas, ya lo he mencionado, odio lo repetitivo y una narración como la mía no es diferente a un cuento de la calle y eso solamente me recuerda mi odio por mi mismo. ¿Cómo alguien de mi calibre termino en un cliché tan barato? Un ser de mi nivel no puede ser despreciado de esta forma.

Horrible, intolerable, sin sentido, no hay justicia, ¡Cómo, cómo pudo algo como ésto pasarme! Yo ser incomparable, brillante con infinidad de posibilidades caí a un nivel inferior al de una hormiga, ¡inconcebible!, ¡impensable! En este mundo inútil sin nada más que formas bajas e inferiores como esos seres despreciables que se hacen llamar mis "iguales", considerarse a mi nivel es ridículo viniendo de esas cosas. Pero, hay algo en lo que para mi desgracia sí somos parecidos, el final.

Aquí, mirando mi lugar de entierro, sólo puedo sentir desdén por mi y horror por los lirios dejados, es decir, habiendo miles de plantas, miles de cosa y traen estas flores burla de este ser divino. Paso un largo tiempo y me di cuenta, después de estar aturdido por diez años, que ya estaba muerto, al principio no comprendí y pasé los días como en vida lo hubiera hecho, no fue hasta que las personas que consideraba conocidos envejecieron que consideré algún problema, ignorarlo por tanto tiempo y recordar me avergüenza. Pensando como morí recordé ese día que el asistente me llevó los lirios, malditas plantas.

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El autor tiene algo que decir:

Siento el retraso, pero, no creo que ésto se vaya a corregir, no tengan muchas esperanzas. Gracias.