Serendipia

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Aclaración: Candy Candy y sus personajes le pertenecen a Kyoko Mizuki (Keiko Nagita) y Yumiko Igarashi

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Aclaración: Candy Candy y sus personajes le pertenecen a Kyoko Mizuki (Keiko Nagita) y Yumiko Igarashi.


"Lo inesperado es lo que te cambia la vida" – Anónimo

"A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo – Jean de la Fontaine.


     La propuesta del conocido de un buen amigo: Thomas Zimmer, era ineludible. Son esas oportunidades que aparecen inesperadamente y ni siquiera tenía que meditarlo. Otra ciudad, departamento nuevo, buena paga y el trabajo por el que tanto me preparé me esperaba de brazos abiertos. "Acepto, gracias. Claro que me voy" le dije.

     Unas semanas después había comenzado con el ritual de mi despedida. Finalmente me había dado por vencido o quizá desistí de imponer mis deseos y de aquí en adelante me conformaría con regatear mis planes ante la vida.

     Al encender la chimenea y con la danza del fuego reflejado en mis ojos, aticé todo aquello que no quería cargar en mi espalda: mi pasado. Lo vi doblarse, arder con ferocidad entre llamas doradas y azulosas trasmutando en figuras flameantes que tenían su rostro, su sonrisa y nuestros escasos momentos de felicidad; también esos planes y muchas frases que nunca pronuncie más que en mis imaginarias quimeras. Se apagó, humeo y lo dejé enfriarse, impávido. Sostuve las cenizas en mis manos, así se redujeron los recuerdos tangibles que había plasmado en infinitas cartas y poesías; también aquellos pensamientos por los que ya no seguiría esperando por un milagro. Todos se fueron con el viento de esa noche. "Me has ganado, querida vida. De alguna manera acepto fluir con aquello que tú me ofreces. Ya no me resistiré. Hoy solo sobrevivo" Parafraseo y le doy una reverencia a la noche.

     Hoy, mi último recuerdo se congeló entre las calles de Nueva York, sería mi acto final y cerraría el telón dentro de poco. Era una promesa. No empaco más que lo justo y necesario, todo debía tener el olor a nuevos comienzos, inclusive la ropa y mis nuevos libros tan necesarios para mi carrera de dramaturgo. Ese mismo día tomaría el tren hacia Washington en busca de un futuro mejor. 


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SerendipiaWhere stories live. Discover now