II

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CAPITULO II

Renacer solo para volver a caer.

Lo ha hecho tantas veces ya que simplemente está cansado.

Lo hizo durante la enfermedad de su hermana.

Lo hizo cuando Palmer lo dejó.

Lo hizo tras la pérdida de sus manos.

Lo hizo ante la muerte de Ancestral.

Y lo hace ahora con el rechazo de su alma gemela.

Es curioso como todo el mundo te vive convenciendo que al encontrar a tu destinado te sentirás completo, te sentirás amado y serás feliz...

En su opinión: nunca se había sentido tan solo.

Quizá idealizó demasiado el momento o a la persona en cuestión.

Tanto como lo puede hacer un escéptico que en el fondo quiere creer.

Y él lo creyó.

Pero ninguna de sus expectativas se cumplió.

Fue rechazado incluso antes de siquiera intentarlo.

No es que no pudiese entender el porqué.

Tenía un pasado y este estaba plagado de errores.

Patán.

Egoísta.

Ambicioso.

Narcisista.

Egocéntrico.

Insensible.

Estos eran solo algunos de los calificativos que le atribuían quienes lo conocían.

Cada uno de ellos ciertos.

Hasta el accidente.

Entonces... cambió.

Mentiría si dijera que fue fácil.

No lo fue en absoluto.

Para empezar, la humildad nunca fue lo suyo.

Pero aprendió a practicarla.

Pues sin sus talentosas manos, pasó de ser "alguien" a ser "nada".

Redefinirse, es una buena palabra para describir lo que tuvo que hacer para volver a levantarse esta vez.

Y así, involuntariamente, llegó a convertirse en el Hechicero Supremo.

Quizá no estaba del todo preparado para el cargo, pero en ello encontró una manera de redimirse.

En esta nueva oportunidad, haría las cosas bien.

Desafortunadamente, no se puede borrar el pasado.

Su alma gemela se lo recordó.

Y no de la mejor manera.

Fue claro y directo en sus palabras.

No quería a alguien como el en su vida: una potencial amenaza.

Y aunque le suplicó no hacerlo, rechazó su vínculo.

Cómo Maestro de las Artes Místicas sabía que un vínculo no se rompe tan fácilmente, pero también sabía que no es imposible hacerlo.

Y él primer paso había sido dado.

Y el segundo, llamado tiempo, no tardaría en alcanzarlo.

Por eso, cómo pudo, trató de explicárselo.

Trató de convencerlo.

Que retirara sus palabras.

Sin embargo, fue en vano.

Su corazón no se conmovió.

Se negó a escucharlo.

A pesar de ello, nunca desistió.

Y así, durante los siguientes años, poco a poco vio impotente, su vínculodebilitarse, resquebrajarse.

Como una hoja marchita.

Causándole una infinita agonía.

Hasta que lo encontró con otro... y otro más, uno diferente cada vez y ya no lopudo soportar.

Así que, decidió al fin rendirse.

Desde entonces, como su destinado siempre le exigió, se alejó de él y no lo havuelto a ver.

Ha pasado medio año.

El dolor del rechazo de su Alma gemela lentamente lo está matando.

Para evitarlo, solo le queda una opción.

Rechazar también el vínculo.

Y con dolor, lo hizo.

Y así, el tercer paso fue dado.

Sólo restaba uno más y su vínculo sería cortado.

Pero para ello, tendría antes que reemplazarlo.

Ha buscado por mucho tiempo y por fin, lo ha encontrado, un alma tan rota comola de él.

Que sabe.

Que entiende.

Y que ha experimentado lo mismo que él.

Justo ahora, estando frente a él, es como verse frente a un espejo.

Ambos se necesitan.

En su corazón ya no existen las dudas.

Así que extendiendo su mano, hizo su oferta.

—¿Quieres ser mi Alma Gemela?

>>Sí aceptas, me quedaré a tu lado.<<

>>Nunca te abandonaré ni te traicionaré.<<

>>Yo, a cambio, solo pediré que tú hagas lo mismo por mí.<<

Ya no había marcha atrás.

No se arrepentía.

Solo un pensamiento cruzó su mente:

"Al fin te haz librado de mí, Everette."


Broken SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora