Silencio

47 5 2
                                    

Late el corazón vacío,
sin remedio,
sin consuelo. 

No sé cómo aún late,
pero late por todo mi cuerpo,
por toda mi cama,
en cada gota que cae del gigante azul. 

Lo inesperado cambia el silencio,
de suspenso
a alegría y gozo a tu lado.

Es tu mirada profunda y penetrante que convierte mi odio en arte.

Eres tú, mi querido perro,
solo tú, el que me entiendes.

Porque tú sientes mis latidos
ya que el universo me dejó en el entierro.  

Susurros de la MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora