Oye, vengo a darte las gracias por todo, ya se que me vas a decir que de que, que no me preocupe que no pasa nada... pues bien, gracias por escribirme ese día aleatorio, preguntándome que si me interesaba unirme a tu grupo de baile, yo por un momento pensé que sería de mentira, que sería para una actuación y me dirías adiós.
Pero al contrario, me enseñaste a ser yo mismo, a no sentir vergüenza al mostrarme como soy de verdad, a que si un día voy por la calle haciendo el tonto y la gente mira, me tiene que dar igual, que siga a lo mío.
Gracias por ese día, por hacerme bajar a mi portal, aunque ibas un poco perjudicado, no nos vamos a engañar, me dijiste algo que en verdad los dos sabíamos que sentíamos pero teníamos miedo al rechazo mutuo, algo que por diferentes circunstancias, la vida nos ha puesto en el camino.
Por desgracia cada uno de nosotros tomó un camino diferente, ahora nuestros caminos avanzan en paralelo, yo sigo con mi esperanza de que en algún momento podamos coincidir y poder contarte todos mis sentimientos, hasta entonces...
Adiós