Toc Toc

▫️Mía

Nunca subestimé el poder de los sueños. Aquellas imágenes borrosas e incontrolables que aparecen  en nuestras mentes pueden dañarnos internamente de una manera muy dolorosa pero después de todo, siguen siendo solo sueños. Aquella noche podría haber estado soñando, podría haberme dejado llevar por el cansancio y haber vivido una experiencia de lo más mundana posible pero yo sé lo que ví y nunca olvidaré el hecho de que aquello no era  un sueño, era una pesadilla y desafortunadamente una que se había convertido en realidad.
Era el primero de septiembre, es decir, el primer día de clases. Tantos años pasados en el Instituto R.A.M ( Raúl Antonio del Mar) o como lo llamábamos nosotros El Gran Ram, hacían que todo esto no fuera más que un día normal de mi rutina. Como siempre los adolescentes se iban separando en divisiones cada vez más pequeñas y exclusivas dejando individuos solitarios y perdidos desparramados todo el largo del pasillo. Me senté en un escalón a contemplar las gruesas gotas de lluvia caer pesadamente contra el suelo sabiendo que yo debería también estar saludando a mis amigos en vez de quedarme allí dando pena a la gente a mi alrededor. La popularidad, los estudios y las ganas de lograr este año se habían convertido en un problema secundario, todo lo que me importaba eran las gotas contra el suelo : el agua contra la tierra y yo contra mi misma. No me sentía en condiciones de imponerme un esfuerzo , solo quería irme, salir a vivir las aventuras más extraordinarias y escaparme de aquel edificio para enfin poder disfrutar de  mi vida . "La escuela es mi vida ! " Siempre lo fue pero  entonces sentía que ni la Ram ni los alumnos que se encontraban allí podrían formar parte de la nueva Yo que se encontraba aún en un rincón oculto e inalcanzable.
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El día había sido largo y agotador, no me tomó mucho tiempo caer entre las garras del sueño. Habrán pasado varias horas hasta que las primeras imágenes de mis pesadillas empezaron a revelarse. Al principio sólo eran imágenes que se deslizaban por mi mente a una velocidad vertiginosa pero con cada segundo, el flujo de imágenes se iba deteniendo hasta que todo se apagó transportandome en la más absoluta e inquietante oscuridad. Ciertas luces aparecían de vez en cuando iluminando mi rostro pero desaparecían a los pocos segundos perdiendome cada vez más dentro de aquel mundo imaginario. No sé por cuánto tiempo vi aquel mismo escenario pero se me hizo eterno, los segundos se transformaban en minutos y los minutos en horas. De repente una luz cegadora inundó el espacio y pude ver lo que me rodeaba. Estaba en un antiguo  teatro, nadie ni nada me rodeaba en aquel extraño lugar. Las banquetas rojas contrastaban con las paredes doradas ornadas de minúsculos detalles negros. En el centro del escenario, una mesa blanca y sencilla servía de soporte a los objetos que se encontraban sobre ella. Crucé la vasta sala con un ritmo apresurado hacia el escenario para investigar los misteriosos objetos. Una gran copa ornamentada con miles de detalles verdes ,un cuchillo de plata y una carta se encontraban allí. Desplegué la carta para leer el interior lo que me permitió leer aquel pertubador mensaje que hoy en día sigue repitiendose en mi memoria cada vez que cierro los ojos.
"Siempre amaste el teatro, la interpretación, la mentira y la tragedia. Te ofrezco todo aquello. Verás cómo vivo tu vida desde el mejor asiento. Trágico pero original, falso pero por lo menos especial.
-V"

Las largas  cortinas rojas se abrieron para dar lugar a una enorme pantalla negra en la que se veían los interminables pasillos de la Ram. Todos miraban algo con una sonrisa burlona en el rostro. No comprendía lo que realmente pasaba hasta que Jared gritó:
"Bravo Mía!!! Finalmente decidiste mostrarnos tu cuerpo! "
Estaba completamente desnuda frente a todos los alumnos, profesores, empleados y ninguno de ellos guardaba sus ojos para otra cosa que no fuera cada centímetro de piel que me contituyen! 'Yo' me paraba como una pintura en exibición con una sonrisa triunfadora en la cara, sin verguenza ni temor de las opiniones ajenas. Aquella pesadilla podría haber continuado mucho más tiempo pero el director se acercó hacia mi con su chqieta e intentó cubrirme lo más posible para luego acompañarme a los baños para que me cambie . Me vestí lo más ràpido posible sabiendo que Sr.Peter estaría esperando impacientemente que salga vestida y lista para recibir un buen castigo. Como lo suponía, él se encontraba apoyado contra el marco de la puerta y cuando me vió me indicó con su dedo que lo siguiera.
La oficina del director era sencilla con sus paredes color crema y la cantidad justa de muebles todos del mismo marrón gastado. Solo unas fotos de sus hijas en su escritorio servían de decoración a aquel impersonal lugar.
"Siéntese, Srta. Evans! No sé si se da cuenta de la gravedad de lo que acaba de hacer. Puede que todo esto sea debido al estrés o cualquier otra razón pero aquello no quita el hecho de que tengo que expulsarla de esta istitución. Este es un lugar de trabajo no pasillos para exibisionistas! Tengo que llamar a sus padres y anunciarles los eventos de hoy!"
"No!Esto es un sueño, vamos despierta Mía ! Porfavor que todo esto acabe, porfavor!"
Miré la pantalla de nuevo pero esta estaba apagada. Una voz cruzó toda la sala y llegó a mis oídos.
"Puedo hacer que todo esto acabe. Nadie se acordará de lo que pasó hoy y volverás inmediatamente a tu cuerpo. Solamente tienes que cortarte con aquel cuchillo y poner la sangre en la copa.Ten cuidado de no manchar el mantel, es importado."
Sin dudarlo corrí hacia la mesa tomé la copa . Deslicé el cuchillo por mi muñeca y dejé a propósito caer unas gotas sobre el mantel para luego llenar la copa con unos milímetros de mi sangre. "Qué parte de es importado no has entendido?" Sonreí y me felicité mentalmente por mi suave y ligera venganza. Misteriosamente la sangre no caía más en gotas espesas por mi brazo, unas líneas negras bordeaban el corte y formaron lentamente letras hasta formar un nombre:"Josh".
Observé asustada el nombre de mi hermano marcado en mi brazo, pasé mis dedos para intentar borrarlo de mi piel pero aquello estaría inscrito para siempre en mi piel, un tatuaje que me serviría de advertencia cada vez que estuviera en peligro.
"Hay consecuencias" Anunció V antes de que me despertara en mi cama, agitada por aquel horrible sueño. Pensando que aquello no había sido más que una pesadilla, recosté mi cabeza en la almohada y dejé mis ojos lentamente cerrarse.

Holaa! Esta es mi premara historia espero que les guste!