Prólogo

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Once años atrás


Algunas cosas de ese día destacan más que otras: era mi sexto cumpleaños, y mi madre blandía un cuchillo. No un cuchillo pequeño, sino uno de los grandes, tipo carnicero, que brillaba en la luz como en una mala película de terror. Siendo honestos, tal vez el cuchillo no brillaba. Tal vez mi memoria le añadió eso como algún tonto efecto especial. No puedo estar seguro. Lo que sí sé es que mi mamá quería matarme.

He tratado de recordar los días y años antes de ese momento, para ver si hubo algo que debí haber notado de mamá. Desafortunadamente, todo antes de eso es bastante confuso. Cuando le pregunto a mi hermano mayor, Namjoon, acerca de ello, siempre responde vagamente con cosas como "Ella está desquiciada, Jungkook. Eso es lo que pasó".

Él tiene siete años más que yo, así que sé que debe tener una mejor idea de lo que pasó, de cómo mamá era en verdad, pero nunca quiere hablar de eso.

La cruel verdad es que actualmente no tengo recuerdo alguno de mamá antes de ese día. Ni uno. Puedo recordar las Navidades y los cumpleaños, e incluso puedo recordar a mi papá, quien murió cuando yo tenía cinco años, pero no a ella.

Los psicólogos han insistido en que sólo es mi forma de procesar el trauma, pero me gustaría poder recordar. Incluso si todo fuera malo. Especialmente si fue todo malo.

Seré el primero en admitir que era un malcriado en crecimiento. Mi tía Hwasa da fe de ello, pero de una manera sutil, y siempre termina con un abrazo y un sentimiento tranquilizador de que me ama sin importar nada. Nam ni siquiera bromea al respecto. Cuando sea que alguien hace un comentario acerca de mi mal comportamiento de cuando era niño, él sólo frunce los labios e insiste en que era un niñito curioso y normal. Definitivamente no lo era, pero no soy el único reprimiendo cosas, supongo.

Vivíamos en los Hamptons en ese momento, y mi madre era una mujer que se daba la gran vida. Jisoo no estaba allí ese día, y en retrospectiva, diría que ese fue el detonante. Jisoo era la tercera nana que tenía, lo cual es una prueba más de lo indisciplinada que era de niño. Nam tuvo la misma nana toda su vida hasta que nací y probé que era demasiado para ella.

Jisoo y yo nos la llevábamos bastante bien pero ella había tenido una emergencia y se había ido la noche anterior. Eso significa que mi madre estaba a cargo de mí, por una sola vez de las pocas veces en su vida, y había una fiesta ese día.

De acuerdo, mentí cuando dije que no tenía ningún recuerdo de mi mamá. La recuerdo muy claramente gritándole a mi hermano y a mi padre, o a la niñera, o a mi tía, o a cualquier persona en cualquier lugar cada vez que se veía obligada a interactuar conmigo. Era como si no pudiera soportar verme. Por lo que pasó, probablemente no podía.

Mi tía Hwasa había llegado un poco más temprano para ayudar a preparar la fiesta, y ella finalmente había logrado levantar a mi madre. Yo todavía estaba en mi pijama, con manchas de chocolate con leche de soja en la cara, y ella se ofreció a arreglarme.

Hasta el día de hoy, no tengo idea de cómo es que mamá tomó el relevo. Eso era algo que ella no haría normalmente, y nadie puede recordar por qué decidió hacerse cargo de mí.

El baño fue un terrible suplicio. Yo era un niño anormalmente sucio, y tuvo que restregar mi piel, lo que sólo me hizo llorar enfadado. Mi pelo era lo peor. Estaba en un constante estado de caos enmarañado, sin importar cuánto ella lo peinara, pero eso no le impidió dejar de intentarlo.

Yo estaba sentado en el taburete frente a su tocador, sus manos me sujetaban firmemente para que no pudiera escaparme. Ella me había dejado llevar la bata de felpa de gran tamaño cuando salí del baño, y me hizo sentir grande de alguna manera.

Switched (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora