CAP. 30

33 8 1
                                    

Iba patinando con mi skate por medio de una carretera en medio de un bosque, no sabía a donde iba a parar, pero no me importaba, solo quería desaparecer. Di un salto y me baje, parando el skate con mi pie.

La imagen que tenía ante mi era espeluznante, horrible. Una valla altisima de hierro, rodeaba un enorme terreno, donde habia una pequeña cima en el centro, en la cima, havia un enorme arbol de tronco ancho y arrugado con grandes y largas raices. al rededor de este, el lugar estaba lleno de esculturas de piedra, la mayoria desgastadas y con forma de cruz. Se veia con claridad que aquel lugar estaba abandonado, ya que estaba todo cubierto de suciedad y algunas cosas con musgo.

Asustada, salí en direccion contraria, si mirar atras. Nunca me habian gustado los cementerios, me daban miedo.

Llegue de nuevo a el principio de aquella carretera, y me adentre en la ciudad. Habia tomado una decision, queria cambiar de look. Estaba cansada de ser la niña pija. Entre en una peluqueria, y me acerque al mostrador. Una chica de unos  treinta y cinco años me atendió con una gran sonrisa.

tn: hola!!

XXX: Buenos dias señorita, en que te puedo ayudar?

tn: Quiero teñirme.

XXX: Muy bien cariño, y como quieres teñirte?

tn: lo mas fantasia que a usted le parezca.

XXX: muy bien, no te arrepentiras, espero que te guste, ven conmigo.

tn: esta bien.

Pase junto con la dependienta y me sente en los lavabos. Me lavó el pelo y me pasó a una silla normal. ME empezo a dar el tinte. Tras dos horas de peluqueria, la dependienta/peluquera me avisó de que habia acabado.Me mire al espejo y me quede estupefacta,me encantaba.

tn: me encanta, es perfecto enserio!!! muchisimas gracias.

XXX: a ti preciosa, por cierto, invita la casa, estas preciosa.

tn: enserio???no era necesario, pero... gracias!!

Mi pelo, an es rubio, habia sido transformado en una larga melena hasta la mitad de la espalda, de un color azul turquesa, pasando a morado y de morado a rosa. HAcia que mis ojos resaltasen mucho mas.

Salí despues de haberle agradecido mil veces por su trabajo a la dependienta.

Me subí en mi skate y regrese a casa.

Al abrir la puerta, note nueve cabezas asomadas en la puerta de la cocina, sin dejar de mirar la direccion en la que yo estaba.

Beach RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora