—No puedo creer que conserves esa cosa, SeokJin.
El pelinegro vuelve a rodar los ojos, lamentándose de haber dejado que sus amigos entraran a su casa en lugar de ir a buscar el objeto que necesitaba él solo. No podía recordar cuántas veces había escuchado esas palabras ya.
Llevó su cabello hacia atrás, buscando entre sus cosas el par de zapatos que necesitaba. Condenaba a TaeHyung en su mente por meterse en su cuarto sin permiso y jugar con sus cosas aquella vez que se había emborrachado tanto con JungKook, para que luego prácticamente lo echaran de su propia casa cuando ambos menores se pusieron demasiado cariñosos.
Al día siguiente todo estaba en un lugar diferente, era obvio que su hermano menor estuvo revisando sus cosas. Algunos hábitos nunca cambian, pues el menor era así desde muy joven.
Miró acusatoriamente al menor, responsable parcial de la situación que vivía. El castaño con mechas azules seguía viendo el animal de peluche como si fuese un extraterrestre.
—Yo tampoco puedo creer que mi hermano salga contigo, JungKook. Pero ya ves cómo funcionan las cosas.
El menor formó un puchero como respuesta, resoplando en voz baja con molestia. A su lado, el chico de cabello rubio más bajo que ellos dos soltó una ligera risa.
—JungKook tiene un punto, hyung —murmuró JiMin, acercándose de igual forma al objeto, examinándolo con cuidado—. Dios, SeokJin, este muñeco es enserio horrible. Parece la mascota de Chucky adoptado por Anabelle.
El pelinegro gruñó, frunciendo el ceño ante las palabras de los dos menores. Tomó aire tratando de calmarse, revisando por todos lados con tal de salir más rápido y no echar a sus amigos a patadas.
—No te pedí tu opinión, JiMinnie.
—Siento que me está mirando el alma. Me siento desnudo —dijo el menor, ignorando las palabras del pelinegro.
SeokJin suspiró, dándose por vencido cuando ambos menores seguían dando comentarios sobre el objeto inmóvil, posado sobre un estante algo alto de tal manera que era lo primera que se veía al entrar en la habitación.
No era algo extraño para él, desde que tenía el peluche, recibía esa clase de comentarios de cualquiera que viera el objeto. Estaba acostumbrado, pero eso no quitaba que sintiera un toque de irritación al escuchar las mismas palabras. JiMin y JungKook lo comentaban de forma inocente, sabía que no tenían intenciones de herirlo.
Pero vaya que eran una molestia.
—Es como si Freddy Krueger se hubiera transformado en un animal, y luego fuera sometido a una prueba de los juegos de Jigsaw.
—No, es como un animal usado como sacrificio a un culto satánico.
Ambos compartieron risas, dando ligeros golpes con sus codos. SeokJin agradeció al ver los zapatos que buscaba en el fondo de un armario, escondidos debajo de uno de sus tantos bolsos.
Tomó el par de zapatos blancos, que dentro de poco dejarían de serlo tras arreglarlos. Sonrió dándose media vuelta, pero su sonrisa fue borrada al ver al rubio tomar al peluche entre sus manos.
—Ni siquiera sé qué cosa es.
—Déjalo —bramó de inmediato, acercándose para quitarle el peluche de las pequeñas manos del rubio al ver que comenzaba a jugar con los ojos del animal.
JiMin formó un puchero, tratando de volver a alcanzar el peluche en vano—. Oh vamos, sólo quiero revisarlo.
—Deja a Ugly en paz.
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Ugly── ⋙ JINNAM
Fanfiction❝¿A quién se le ocurre regalarle a su novio un peluche tan feo?.❞ en donde nadie entiende por qué seokjin conserva ese peluche tan feo que le regaló namjoon, pero sólo él entiende el significado detrás de ese peluche. -;• historia original, no c...