Capítulo Único

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El pasado 20 de febrero fue mi cumpleaños y decidí regalarme una pequeñita historia de este par que amo cada vez más...

Así es, hay cierta referencia a la película de La Princesa y el Sapo de Disney (que adoro inmenso!!) que se me ocurrió en la última vez que la vi. Por supuesto, lo amoldé un poco para a fines de esta historia.

Espero les guste, y disculpen de antemano los posibles errores y/o incoherencias.

(La imagen de portada no me pertenece)

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Hua Cheng y Xie Lian caminan de la mano a través del pacífico y frondoso bosque en las afueras de Puji. Es una ruta que nadie en su sano juicio se atreve a tomar, las historias que los distintos pobladores dispersan son realmente tétricas, pero para un dios marcial y un rey fantasma no hay nada que temer. Su paseo es particular, así como lo es su relación ante los otros, pero han demostrado que no necesitan nada sin igual para disfrutar de su amor, pues el sólo estar uno junto al otro es suficiente felicidad (por supuesto, no evita que se vuelvan codiciosos en múltiples oportunidades)

La noche que los rodea es amena, la luna no se deja ver pero envía la suficiente luz como para iluminar su camino, y en pocos minutos un lago amplio y cristalino se muestra ante ellos... Dejándoles ver un espectáculo sin igual en el oscuro firmamento; el azul y el violeta predominan y la mayor atracción se halla en dos puntos titilantes que permanecen románticamente juntos, iluminando todo a su alrededor.

Hua Cheng disfruta en demasía el cómo los destellos del cielo se reflejan en los obres caramelo de su querida alteza.

No pasa mucho tiempo para que Xie Lian comente con alegría sobre el lugar, principalmente lo difícil que es conseguir una visión tan bonita del cielo en esa época, y menciona además su intriga acerca de las dos estrellas juntas... Por supuesto, su San Lang tiene la respuesta.

-¿Gege conoce la historia de Ray y Evangeline?-

Y la inocente curiosidad aparece en la encantadora mirada del príncipe. Hua Cheng sonríe, satisfecho y tan enamorado, y tira de la mano que no ha soltado (y que no hará jamás) para sentarse cómodamente en la orilla del estanque.

Hace mucho tiempo atrás, incluso antes del nacimiento del que sería el prestigioso príncipe de Xian Le, existió un hombre llamado Ray que era brillante, humilde, trabajador y, ante todo, muy enamorado... Su amor llevaba el nombre de Evangeline. Pero Evangeline estaba muy lejos, totalmente fuera del alcance de este hombre según palabras necias de varios, y aun así él nunca perdió las esperanzas de reunirse con su amada, esforzándose cada día por ser mejor y digno de ella. El tiempo transcurrió, el hombre nunca desistió de su gran sueño, y un día falleció mientras defendía a sus compañeros. Su despedida fue pequeña, pero muy significativa, rodeados de todos los de su clan que tanto lo apreciaban, y entre lágrimas dejaron marchar su cuerpo a través del lago que representaba su región... Entonces en lo más alto del cielo presenciaron el como el destello que en vida el hombre persiguió con tanta la ilusión, ya que lo llevaría hasta su amada, obtuvo una nueva compañía. En ese momento, el amor de dos almas enamoradas no se apagaría jamás.

Es una historia que no muchos conocen, siendo fácilmente opacada por otras más sorprendentes, pero sin lugar a dudas ha conmovido de sobremanera los corazones de los pocos que han tenido la oportunidad de escucharla. Por eso, en su momento hubo la costumbre de llamar "Evangeline" a todo ser amado que se pretendía alcanzar.

La voz de Hua Cheng se apaga, terminando con su relato, y Xie Lian deja escapar un suspiro de gusto ante las agradables sensaciones que lo envuelven. Se había recostado del hombro de su San Lang durante su historia y el efecto de lo escuchado hace que su corazón se acelere en latidos constantes que lo llenan de vitalidad.

Asociar los acontecimientos que Hua Cheng le contó con la historia de los dos es inevitable... Más bien, si Xie Lian lo piensa mejor, ¿No se parecen mucho?

Hua Cheng vivió por y para Xie Lian. Luchó contra los rebeldes, principalmente hacia la misma sociedad, y murió en honor de su único Dios. Emergió como apenas un fuego fantasma y poco a poco fue tomando forma ganando fuerzas de la única persona por la que lo daría todo. Desafió a un sinfín de criaturas, deseoso de ser más y más fuerte únicamente para defender a su persona preciada, e incluso rechazó a los cielos... Todo para ser digno de su amado, poder protegerlo y evitar a toda costa que sufriera una vez más.

-¿Qué tanto piensa, gege?- ante el silencio la ahora calamidad más poderosa pregunta con suavidad, la mano que se posó alrededor de la cintura del más bajo se acomoda.

Xie Lian, de vuelta a la realidad, medita un poco en sus palabras antes de responder:

-San Lang, ¿Soy tu Evangeline...?-

Sus miradas se cruzan, su posición no se rompe, y el único ojo de Hua Cheng se abre de la sorpresa. Bastan sólo unos segundos, soportados por el ameno lugar, para que una nueva sonrisa se dibuje en los labios de este (Xie Lian pierde el aliento por un breve momento, su San Lang es tan guapo que a veces no puede resistirlo)

-Como siempre, su alteza es muy lista...- admite Hua Cheng con orgullo, su sonrisa intacta- Pero, yo diría que soy mucho más afortunados que el hombre de la historia.- y su voz se vuelve coqueta y cariñosa, una combinación encantadora que enamora a Xie Lian cada vez más.

-Gracias por no rendirte, San Lang.- y las palabras sólo fluyen, Xie Lian se da cuenta cuando el rostro de Hua Cheng se transforma ahora a un gesto más tímido. Él se siente un poco apenado también, ha repetido esas palabras múltiples de veces, pero para él no es ni será suficiente... No es suficiente la gratitud tan grande que tiene hacia su único y más grande devoto, por eso aprovecha la oportunidad y se inclina hacia adelante para darle a su San Lang su agradecimiento a través de un tierno beso.

Hua Cheng acepta la demostración de amor con todo el gusto del mundo y se abrazan profundizando el toque perfecto de sus labios.

La noche es serena, el lugar sencillo e íntimo, y desde lo más alto Ray y Evangeline resplandecen de orgullo ante la pareja que ante ellos se ama sin importarle nada ni nadie más.

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Notas finales: ¡Gracias por leer!

Leyendas y RealidadesWhere stories live. Discover now