Wattpad. Historias cortas de un lector

Leyendo en clase.

Una joven estaba en el salón, en su aburrida clase de historia. Distraída saca el movil solo para distraerse más, en donde ve que su historia favorita, el cual sigue en wattpad salta una notificación de que se publico un nuevo capitulo.
La historia era hermosa, la trama interesante, nada a lo cliché. Era original y única, pero no obstante estaba emocionada, aquel capitulo estaba dando un giro inesperado y lleno de incógnita que le gustaría resolver.
Quería gritar de emoción, pero tenía que ahogar ese grito de desesperación, como toda una gran fans de aquel escritor anónimo.

— ¡Señorita, Zahara¡ —Grito su profesor de historia, de unos 26 años de edad, bastante serio a decir verdad. — Nos aria el honor de estar presente en la clase. O ¿Acaso mi clase le parece abu....? —No pudo terminar de reprochar a su alumna, su mirada se clavo al instante a la pantalla del móvil de esta. 

La alumna no entendía nada, su profesor estaba en silencio, parado a un lado de su mesa y sin decir nada.

"Ring"

El sonido del timbre, el cual anunciaba la hora del receso sonó, lo cual los alumnos se emocionaron y guardaban sus cosas para por fin ir a descansa y cambiar de materia. Según sus horarios.

— Quiero que lean el capitulo cuatro del manual para la próxima clase. —Menciono el profesor de historia.

Todos los alumnos se marcharon y Zahara estaba asiendo exactamente lo mismo, solo que fue detenida por el hombre.

— Necesito hablar con usted señorita Zahara.

La joven se puso pálida, estaba en problema y lo sabia muy bien.

— Lo siento profesor, no volverá a pasar... es que yo...

— ¿Podría prestarme su celular? —Pregunto algo apenado. Pero aquello desconcertó a la alumna.

— ¿Disculpe?

— Bueno, mi celular esta en reparación y mi computadora me odia.... Bueno, también sigo  esa historia.

Zahara, estaba sorprendía, jamas en su sano juicio pensó llegar a ver a su profesor de historia, el hombre más frio  y serio estaba apenado, y avergonzado en frente de ella.
No solo eso, también le estaba pidiendo prestado su celular para leer la misma historia que ella seguía.

Estaba callada, no sabia que hacer o decir,  solo se sentó en su pupitre, saco su móvil y le entrego a su profesor, con la pantalla desbloqueada y la historia que termino de leer abierta para que aquel hombre pudiera verlo también.

— Gracias. — Murmuró apenado, pero tomando aquel móvil, emocionado internamente.