Desde la infancia de un perteneciente a la familia del Norte se le educaba desde como usar tus puños para pelear, hasta como usar cualquier cosa para defensa personal, aunque era aburrido se aprendía de finanzas, contabilidad, geografía, cada mínimo detalle para hacer del miembro de la familia alguien mejor.
La mafia se separaba en importantes cargos que mantenían con vida a dichas familias, en primer lugar se encontraba el "Don", la cabeza de la familia. Encargado de las decisiones mas importantes y sobre todo, poder.
"Sottocapo", la mano derecha del don y quien se encargara de la familia en un futuro.
"Consigliere", que viene del italiano "asesor", encargados de aconsejar al don sobre las decisiones, acciones y movimientos. Su mano derecha no militar.
"Caporegime", dirige un grupo de soldados.
"Antonegra", son los matones de la familia. Encargados de los trabajos sucios; vender drogas, cobrar dinero, asesinar, etc.
Cada uno de los cargos es importante, sobre todo cuando se trataba de poner en honor el nombre de la familia, pero, al ser el segundo al mando... solía ser un asco.
— ¿Cuanto más pensabas hacerme esperar? Deberías aprender tu lugar de una buena vez. -Dijo el hombre alzando una de sus cejas al mismo tiempo que trataba de no subirle la voz al pelinegro.
— Bueno, son las ventajas de ser el segundo al mando, señor. -Este le sonrió.
HyunWoo solía terminar golpeando aquella preciosa sonrisa que HoSeok adoraba mostrarle para hacerlo exasperar, pero, aquel día estaba de suerte, su cara y cuerpo es quien les abriría una pequeña oportunidad para hablar con la familia del Sur. Podría decirse que ambas familias estaban en paz, pero, ambos mantenían su distancia debido a peleas del pasado sobre su territorio.
— Hoy visitaremos el territorio del Sur, vas a acompañarme, no comentes con nadie sobre esto, ¿entiendes?
HoSeok fingió cerrar una cremallera sobre su boca, a lo que el más alto solo podía sentir esa furia consumirse dentro de él.
Ambos abandonaron el terreno donde la familia vivía en dirección a cerrar tratos con el Don del Sur.
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Se estiro sobre su amplia cama al mismo tiempo que bostezaba, abrazo con fuerza una de sus almohadas encogiéndose, para después volver a estirarse. Sus ojos entrecerrados intentaban encontrarse con su móvil para saber sobre la hora.
05:30 PM
30 LLAMADAS PERDIDAS
101 MENSAJES
"Estoy jodido". Se había quedado dormido y se supone que estaría al pendiente del cuidado del "Don". Los mensajes solo reflejaba la preocupación en aumento de sus amigos, que al crecer se había convertido en enojo y desesperación, el Norte estaba por llegar al Sur y por desgracia, este vivía entre la pequeña frontera que separaba a las familias. Claro, estaba muerto, su jefe lo mataría de la forma mas despiadada posible, peor aún, lo violaría, le dejaría en un calabozo, dejaría que muriera de hambre y lo remataría cortando cada miembro de su cuerpo.
Cuando termino de prepararse corrió para tomar su motocicleta e irse, o enserio estaría muerto.
Derrapo en la glorieta que se encontraba cerca a la puerta principal de la mansión, encontrándose en dicha puerta a JooHeon con los brazos cruzados y esa mirada penetrante que solía asustar a cualquiera de sus soldados. Trago saliva al mismo tiempo que me mostraba una cara seria y neutral, tampoco quería hacerle saber que tenia un poco de miedo. El chico giro su cabeza haciendo tronar sus articulaciones, estaba molesto.
Se acerco para dejar caer sus manos sobre los hombros del rubio y dio una ligera palmada sobre su mejilla derecha, le regalo una sonrisa y le abrió la puerta.
— Hoy es tu día de suerte, harás el trabajo de Minhyuk, él ya esta haciendo el tuyo...
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Las personas que solían recibir a los "Don" siembre se trataba de los mas importantes dentro de la familia, pero, estaba seguro que a la familia del Sur le faltaba personal, en el cuarto solo estaban tres personas y el "Antonegra" se veía bastante débil para ser un asesino, soltó una pequeña risa, pero la mirada de su jefe la hizo desaparecer de inmediato.
— JaeBum, creí que nuestros tratos serian con las menos personas posibles...
El Don del Sur no dijo una palabra en absoluto, solo seguía mirando las grandes puertas con enojo, de las cuales, como si había estado conjurando algo, entro un chico alto, rubio, podría decirse que era como un modelo, no tenia palabras para describir lo hermoso que era, se veía tan irreal a sus ojos que se obligo a tallar sus ojos.
Este dejo una charola con vasos old fashioned, una botella de whisky y un contenedor con hielo.
— Lo siento, señor, he traído el...
La palma de JaeBum se estampo contra la mejilla del rubio, este había dejado tan rápido su lugar que ni siquiera había hecho bailar los vasos. El don peino su cabello hacia atrás, volvió a sentarse y el rubio comenzó a preparar las bebidas sin decir alguna palabra.
— Lamento la tardanza de mi estupido consigliere, suele hablar cuando no se le pide.
Una costumbre dentro de las familias se trataba de tener como una o un acompañante a los consejeros, era la forma más fácil de tener relaciones sexuales sin comprometer a la familia con personas fuera de la misma.
Al escuchar aquello, le hizo sentir cierta molestia, pero, como una maldita costumbre, se quedo callado.
La junta siguió con naturalidad, sin ningún roce, sin alguna molestia por los tratos que pensaban hacerse, las drogas que vendería cada familia, los verdaderos "enemigos" y que hacer en caso de encontrarlos.
Y no es que ambos hombres fueran desconfiados, pero, sabían que nada iba tan bien en ese tipo de juntas. Al llegar el momento en el que ambos Dones se encontrarían sin persona alguna de compañía, HoSeok se sintió in tanto aliviado, ¿podría conocer al rubio?
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Su trabajo aquel día no solo consistía en parecer la maldita perra del Don, sino, que también tenia que coquetear con el estúpido del próximo Don, se asqueo del hecho que tenia que hacer cualquier cosa para sacar información del chico, pues en las reglas estipuladas "Mirar a la mujer u hombre de compañeros u otras familias", estaba realmente penado, realmente no lo valía, al menos así pensaba.
Cuando todos estuvieron fuera de las puertas, MinHyuk le ofreció al chico comenzar un paseo dentro de la casa con libertad, el rubio fue apuntado para que fuese su acompañante, este sonrió falsamente y accedió.
— Que huevos tienes para llegar después de tu Don. -Buena forma de comenzar. El rubio se abrazo a si mismo comenzando a caminar hacia el pateo.
— Bueno, ayer no me trataba así... -Su comentario habia sido tan falso, que incluso el más bajo soltó una risotada.- ... ha... hablo enserio.
— Entonces, ¿cómo te trataba?
HyungWon se quedo sin palabras, sus largos brazos terminaron cayendo a sus costados, se sentía nervioso, el chico iba a atraparlo, en cambio este acaricio su mejilla lastimada y dejo su mano para tomar la barbilla del rubio.
— Eres bastante bonito como para lamentarte por errores estúpidos de tu Don.
Estaba atrapado, comenzaría con su misión.
