La fresca ventisca del aire acondicionado se sentía por todo en edificio, los pocos árboles se mecían levente en el exterior. Por los semi-transparentes ventanales se veía a la gente apurada en la veloz ciudad de Seúl huyendo del impetuoso calor veraniego o apresurándose a continuar sus actividades, todos conectados a un hilo invisible, moviendo los engranajes de la ciudad. Park Jimin no era excepción, el editor de libros renegaba arduamente a su portátil que estaba a nada de finalizar su vida útil. Sin embargo, Park no la dejaría ir tan fácilmente hasta terminar su reporte de la última sesión de edición.
..maldita escoria.. Maldijo al aparato inerte. El telefono de la oficina sonó y con un gruñido bajo atendió rápidamente sin dejar de teclear. -Empresa de libros JwanBook, habla el editor Park Jimin, ¿En qué puedo ayudarlo?-
-Jimin...-respondió un voz con un deje moribundo. -Ahh, Jimin. Por favor, ayuda...- gimoteo con dolor la voz de la llamada.
Park frunció el ceño reconociendo la voz. -¿Señor Kim? ¿Que diab-..?- Se detuvo reparando que estaba en la oficina. -¿Se encuentra bien?
-Estoy herido, por favor ven, me duele demasiado...- murmuró la voz decayendo para luego culminar con la llamada. Jimin con impacto dejó el telefono y rápidamente tomó su chaqueta y para avisar su salida a la secretaria. -Voy a un encuentro urgente con el escritor Kim Namjoon, es una emergencia.- Explicó sin detalles para subirse a un taxi libre que circulaba por la carretera.
Durante el trayecto no paraba de pensar en qué le habría sucedido al escritor, a pesar de que llevaban tan sólo tres meses de trabajar juntos, dos de los primeros él sólo sirvió como asistente de editor. Sin embargo, ahora que había ascendido de puesto estaba orgulloso pero estresado, no se imaginaría cuando inicie el calendario de revisiones, aún así amaba su trabajo.
Al llegar a su destino pagó el recorrido y se dirigió con rapidez al edificio donde habitaba Kim Namjoon.
Sus manos sudaban frío mientras subía por ascensor. -Piso 6, apartamento 6...- hizo memoria.
Finalmente tocó a puerta. -¿Señor Kim? Soy el editor Park Jimin, me acaba de llamar. ¿se encuentra bien?- Al no tener respuesta intentó girar la perilla, reparando en que no tenía seguro. Avanzó rapidamente por la enrada hacía la sala. En sus reuniones sólo había llegado hasta alli. -¿Señor Kim?- repitió alto y un gemido sonó proveniente detrás de un gran sillón resonó.
Con rapidez Jimin siguió el sonido encontrando al señor Kim boca abajo y ceño fruncido.
-señor Kim ya llegué, ¿Está consiciente? ¿En que parte del cuerpo le duele?-
-La mano... derecha.- Respondió Kim y Jimin sudó frío, la mano dominante es vital para un escritor, aún si se trata de utilizar un teclado de por medio.
Jimin trató de reincorporarlo. -¿Cómo se lastimó, señor?- preguntó.
Namjoon se apoyó en su mano izquierda y rodillas un poco encorvado. -Yo... quise hacerme una limonada... pero al cortarlos...- y lentamente se fue girando hacia Jimin. -El zumo cayó en mi herida.- dijo finalmente revelando su mano.
Park no podía procesar lo que veía. Un pequeño corte en un dedo de su mano que ya hasta se había coagulado por lo que ni siquiera era necesaria una curita. Namjoon lentamente empujo a Jimin hacia uno de los sillones y rapidamente tomó una libreta que estaba en el sofá contiguo. -Señor Park.- llamó despacio. -Estoy escribiendo sobre una escena donde un personaje no es tan cercano al protagonista, sin embargo, me he quedado sin muchas ideas sobre esta escena...- explicó mientras Jimin todavía no salía de su trance.- Entonces... ¿podría describirme cómo se sintió en todo el camino detalladamente?-
ESTÁS LEYENDO
Entre Escritor Y Editor - Fragmentos
Short StoryLa vida es muy larga, entonces se cuenta en fragmentos.