Parte 1

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                                                                       Prefacio de Iker Turner

Un verano más y me iré de casa.

Hola me llamo Iker Turner y tengo 18 años. Nadie confiaba en mí, pero resulta que este cabeza de chorlito ira a la universidad junto a todos sus amigos. Ninguno de nosotros haremos la misma carrera, pero estudiaremos en el mismo campus, es el típico recinto de universidades con edificios uno detrás de otros y anchas campas donde con cualquier razón se organizan unas fiestas de puta madre. Después de este verano yo y mis amigos nos mudaremos todos juntos a un apartamento de estudiantes del mismo campus. Por fin podre festejar con tranquilidad sin que pasen cosas raras, o quizás no...

Serán los mejores años de mi vida, lo presiento, ligare, conoceré gente con la que compartir mi pornografía y posiblemente embarazare a una rumana con la que después de arreglar unos asuntos legales compartiré una larga relación de amistad. Hace poco fui a una fiesta de la cual no recuerdo ni la mitad de lo que sucedió, puede que en esa fiesta perdiese la virginidad, pero como no logro recordarlo lo dejare para cuando empiece la uní. Antes de que empiecen esos años de libertad, me espera un largo verano por delante, donde la verdad, no podre parar de imaginar todas esas cosas que realmente no puedo hacer, porque lamentablemente no soy guapo, fuerte ni listo... pero disfruto imaginando que las hago.

Ayer se me ocurrió pedirle a mi madre dinero para organizar un viaje veraniego. Como supuse mi Madre se negó, aunque me ofreció algo; mi madre solía veranear en un pequeño pueblo del país vasco llamado Altamira-San Cristóbal, un pueblo a decenas de kilómetros de la costa sin nada interesante que hacer, como en casa pero en otro sitio.

Mi madre lleva dos años sin ir. Hace ocho veranos mi padre murió en extrañas circunstancias en ese mismo pueblo y desde entonces mi madre no ha vuelto a pisar esos lares. Me conto que se suicidio saltando desde la ventana de la casa de mis tíos, pero por lo que yo sé la ventana está a 30 centímetros del suelo, por lo que creo que es perfectamente creíble, ya decía yo que esos geranios de la ventana iban a causar una desgracia.

No se si sabéis quien es Simon... Pero bueno lo presentare de todos modos. Simon es mi mejor amigo y es sorprendente que llevemos desde la guardería siendo amigos. Cuando era pequeño tenía el pelo rubio pero con el tiempo se le fue oscureciendo...Espera no he dicho esto antes? Da igual continuemos. Antes era popular y tenía muchos amigos, pero su delgadez y su oscurecimiento capilar lo dejaron con la popularidad sobre el suelo. Al resto de mis amigos los conocí en secundaria. Recuerdo perfectamente ese día.

Simon y yo estábamos en el baño tranquilamente hablando de nuestras cosas cuando 3 personas entraron al baño huyendo de un profesor. Markel, Kevin y Leroi le habían robado el peluquín al director y fueron a esconderse al baño. El profesor suponiendo que estábamos los 5 juntos nos castigó también. Antes de irse registro los retretes y encontró a Galder masturbándose con una foto de su mujer y también lo castigó. Estuvimos limpiando el comedor por 1 mes entero. En ese mes nos hicimos muy amigos, y sin darnos cuenta lo que antes eran unos desconocidos, de pronto se convirtieron en el mayor grupo de pervertidos de la historia.

                                                                     1 Iker

Una densa neblina daba paso a una fangosa carretera. Varios kilómetros atrás esta se desviaba de la autovía, y daba la impresión a todo el que la divisaba que se trataba del camino a una parcela abandonada por su falta de pavimentación y cuidado.

Ese día de buena mañana, soleada y calurosa, un vehículo inició su marcha por el camino, este iba dando tumbos y a cada rato aceleraba y desaceleraba. A eso que el vehículo daba la curva para entrar, como bien pudo, las ventosas de la señalización obligatoria que informa de que se trataba de un vehículo dirigido por un novel, la L, de pronto perdieron su efectividad y este cayó al barro. En un instante desde ese punto el vehículo no era divisible.

Pasó un largo rato hasta que la densa neblina empezó a disiparse. Y poco después ya rodaba por pavimento.

Pasada una hora desde que se introdujo por el camino llego por fin a su destino. Un pueblucho alejado de la civilización rodeado por montañas. Desde la carretera principal se podía ver todo el pueblo. Apenas 20 casas habitables y unas pocas tiendas para abastecerse de bienes de primera necesidad, una farmacia y una pequeña comisaria. Un guardia de seguridad de edad avanzada con la ayuda del alcalde se encargaban de la seguridad y bienestar  de la zona. 

La puerta del acompañante del conductor se abrió nada más se detuvo el vehículo, y de este salió un hombre vestido con una especie de traje de spider-man. Camino lentamente hasta la cuneta cuando de un movimiento súbito empezó a vomitar. Instantes después salieron otros tres de la parte trasera del vehículo y se unieron a él, disfrazados también, pero de una especie de guardia medieval.

Iker Turner fue el primero en dejar de vomitar, se encorvó levemente e hizo un ademan de volver a hacerlo, pero no lo hizo. Se puso recto y avanzo tambaleante de vuelta al coche. Le costó horrores tomar la palabra, se dirigió al conductor.

- Me cagooo...-empezó- ¡tu putisima madre! Pero como haces para hacer todo mal...-Leroi que apenas podía ver por encima de la ventana por su corta estatura, fruncía el ceño extrañado. Simon se acercó mareado al coche, se acerco tanto que choco con el. Se agarraba de la puerta para no caer, este no era capaz de musitar palabra.      

Leroi sonrió como si no fuera él el culpable de esa escena de expulsión de fluidos, aunque estaba que claro que preferían expulsar otro tipo de fluidos.-¿Chicos os han sentado mal las copas de ayer? 

El día antes de partir habían estado en una fiesta. Extrañamente no lograban recordar nada desde que entraron a la fiesta.

Simon jadeaba como si fuera una perra en celo.-Leroi... la L se ha caido hacer rato...-Levanto la cabeza para mirar al conductor que todavía sonreía de oreja a oreja, y despues de hacer contacto visual dejo caer la cabeza de nuevo.-No puede ser.-Dijo sin cambiar de expresión.-Le he puesto la ventosillas. Kevin y Markel estaban tirados en el suelo vomitando. Kevin que se estaba ahogando con su propio vomito. Cogió fuerzas para insultarlo.-La L se pone por dentro gilipollas...-Y siguió vomitando.

-Ahhhh.-Decía Leroi mientras agitaba la cabeza en señal de aprobación aun sonriente.-Lo siento, Simon he perdido la L que nos ha dejado el padre Leo.

Al padre de Simon lo llamaban así por su profesión. Era cura, pero uno muy peculiar. Daba clases a los niños los fines de semana, y el resto de días los pasaba en su negocio. Lo compro muchos años atrás a una Feminista moderna radical, que por entonces no habían cobrado la fuerza que tenían entonces. Un Sexshop.

-¿Vamos o que?-Kevin hizo una señal con la mano. Iker turner entro de cabeza al coche sin siquiera abrir la puerta. Simon que le vio, dio unos pasos atrás y intento hacer lo mismo en la parte trasera. Choco con el cristal y cayo al suelo en seco, desmayado. Markel estaba de pies frente a Kevin sobre sus rodillas, tocando a Kevin.-Ehhhh Kevin no respira... Se ahogado con su vomito.

- Pégale unas patadas para que espabile.-dijo leroi. Markel hizo lo dicho. Al de cuatro patadas en la espalda Kevin tosió vomito y se levanto. Ambos fueron tambaleantes al coche. Agarraron a Simon por el camino que se hallaba inconsciente en la calzada con la cara contra el cemento, abrieron la puerta y lo tiraron dentro de el. Entraron como bien pudieron y utilizaron a Simon de reposa piernas. El vehículo volvió a lo propio, aceleraba y desaceleraba y al de pocos metros Markel ya vomito de nuevo, encima de Simon.




Iker Turner: El MonjeWhere stories live. Discover now