Death

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La muerte siempre se presentaba en diferentes formas en el plano terrenal, desde siendo un cuervo, un feroz lobo negro e incluso un simple mortal humano. A diferencia de lo que se pudiera pensar, la muerte no odiaba a la vida, al contrario; le resultaba fascinante y hermosa, es por ello que se acercaba tanto a la vida en el mundo terrenal, sin embargo, conforme sus manos sostenían la vida, esta se iba extinguiendo hasta desaparecer y terminar en él. Muerte.


En ocasiones ignoraba su "trabajo" y no se llevaba consigo a quienes debería, en más de una oportunidad llevó consigo a personas que le parecieron interesantes o hermosas, con una vitalidad tan grande que le causaba envidia el no poder experimentar lo mismo. A diario podía observar como los animales seguían el mismo ciclo; nacían, crecían, se reproducían y morían. Casi nunca ese ciclo se rompía, pero los humanos eran diferentes; a veces ignoraban algunos aspectos como reproducirse, veía un mar de colores con ellos, donde a veces las acciones eran un tanto impredecibles e inentendibles para él.


Cualquier animal habría abandonado sin dudar a una cría que no le pertenecía, sobre todo si esta se encontraba sola en el mundo, sin embargo, ahora veía como un joven de cabello negro y algo rizado llevaba consigo a una niña de dorados cabellos. Sabía que no era su cría porque estuvo presente cuando fue encontrada, fue interrumpido cuando estaba listo para llevársela, pero ahora en forma de cuervo observaba como la pequeña era vendada para impedir que su inocente mirada se manchara por la crueldad de la guerra. Caminaban entre cuerpos de guerreros caídos, pero la pequeña no podría adivinar que había tropezado con una mano humana en lugar de una piedra como el mayor le había dicho.


Su curiosidad los hizo seguirlos sin intervenir, pero era su deber llevarse a la pequeña; sabía que solo le esperaría sufrimiento si seguía viviendo en ese mundo tan cruel para los más débiles. Dejó su camuflaje de ave para pasar a tomar el aspecto de una persona en los recuerdos del mayor; un chico de cabello pálido casi plateado, tes levemente bronceada y marcado perfil. Incluso reprodujo la ropa con la que aquel joven había sido tomado por él.


Caminó sin prisa hacía aquellos que caminaban sin tomar demasiados descansos. La sorpresa en el joven Taehyung fue grande al ver el rostro de la persona que había amado durante tanto tiempo, pero que su felicidad había sido efímera, después de todo, Dios no aprobaba su amor y habían sido castigados por ello.


— Hoseok... - Su voz se quebró un poco y sintió sus ojos arder mientras apretaba la mano de la pequeña que se quejó un poco por el dolor. — No, tú no eres él.


— ¿Cómo sabes que no lo soy? – Preguntó sin expresión alguna, aunque no sorprendido por ser descubierto tan pronto.


— Porque te vi morir. – Mordió su labio inferior al decir aquellas palabras y el dolor llegó a su pecho al recordar aquel fatídico día en que el amor de su vida había sido sentenciado a muerte. Sabía que había sido su culpa, si tan solo no hubiese robado un beso de aquellos labios, si tan solo aquel no hubiese sido su ultimo beso.


Fue él quien los expuso, fue él quien decidió arriesgarse y volar demasiado cerca del sol y eso terminó quemando sus alas y llevándolo en picada al infierno. No podía evitar que sus lagrimas rodaran por sus mejillas al recordar aquella ultima sonrisa que le había dedicado mientras la cuerda era puerta en su cuello.

Death in loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora