[ 1 ] .I N C U B U S. [KAISOO] [one-shot]

.í n c u b o.

Aviso: contenido explícito.
No es mi intención ofender a nadie con mis escritos, ni mucho menos insultar alguna fé. Todo esto es lo que sale de mi imaginación.

¡Léase bajo su propio riesgo y criterio!

Ojalá lo disfruten.🌸

1857. Quinto Círculo del Infierno: Ira y Pereza.

Ahí estaba, sentado en su gigantesco trono de huesos, a sus pies, su leal licántropo. Uno de los Duques del infierno, señor de la crueldad, la mentira, y la perezca, aquél que fue desterrado injustamente del reino de los cielos por su padre, quien estaba temeroso del poder que él mismo había sembrado en aquél hermoso ángel que alguna vez fue. Ahí estaba, agotado y aburrido de la vida en el infierno, hacia décadas -si no es que siglos- desde que había sido invocado, o siquiera le habían rezado o pedido algo.
Los humanos, malditos ingratos, él les dio su inteligencia y guía, pero sin embargo ahora parecían haberlo olvidado y abandonado.
El último pacto que había realizado con humanos, fue con un pobre diablo que quería riquezas, y al morir, sus hijos dejaron de cumplir con el trato, entonces, el demonio se encargo de tomar las almas de todos los primogénitos de aquella pobre y vacía familia. Realmente no fue tan destacable, pero para haber sido su último trato con humanos fue una mierda, y es que él en general no tolera la traición, y la castiga severamente, una parte de él detestaba a todos los humanos por creer que merecían la piedad de su creador, y lo peor era que Dios les perdonaba.

A pesar de su repudio a los humanos aún así se encontraba utilizando su forma humana, aquella considerada débil entre los demonios, pero a él le agradaba, el aspecto angelical que alguna vez tuvo había cambiado, dejando paso a un rudo atractivo, uno por el que algunos humanos matarían.
Un cuerpo moreno y construido como un tanque, mandíbula marcada, ojos negros y penetrantes, acompañados con labios carnosos y seductores.
Sí, Kai no tenía falsa modestia, se veía increíblemente sexy en su forma humana aunque no todos pensaran del mismo modo. Fue arrancado de su auto análisis por una presencia en su salón, una molesta y conocida presencia.

-¿De nuevo usando ese cascarón de carne, querido hermano?- Dijo con la voz burlona del otro lado de la habitación.

-Pero si es nada menos que el señor de las moscas, Belcebú, tú sabes mucho de cascarones, ¿no es verdad?- respondió el moreno.
-O debería llamarte ChanYeol?-

El demonio pelirrojo escucho sus propios dientes rechinar, odiaba su nombre mortal, y odiaba todo lo que significaba.

-No quieres jugar a ese juego, ¿verdad, JongIn?- Su tono tan afilado como una daga.

Kai sintió su sangre arder, y el licántropo a su lado crispó. Respiro suave y acarició el lomo de su animal con tranquilidad, no era digno de un rey mostrar sus emociones, era signo de debilidad. Cruzó las piernas y saco una cajetilla de cigarros de su inmaculado y finísimo traje negro.

-Los vicios humanos no son dignos de un rey, pero son una novedad interesante en el mundo humano... En fin, ¿oíste los rumores sobre el íncubo recién llegado? Podría ser que llegue a interesarte.- Dijo el más alto con tono altanero.

El Demonio pelinegro encarno una ceja, ¿Chismes? ¿Con quién creía que hablaba? Por favor.
Sin embargo, había una chispa que se encendió a base de lo dicho por su "hermano" tal vez fue debido a su aburrimiento, o tal vez porque en su círculo todo iba jodidamente bien, pero ahí estaba la curiosidad, carcomiendo en una pequeña parte de su cabeza.

-Los chismes no son mi estilo...-

La curiosidad ganó en él.

-Sin embargo, habla, no tengo la eternidad entera para ti.- Musitó mientras encendía un cigarro, los humanos los habían inventado hacía más o menos 20 años atrás. Por fin algo útil, ya no tendría que usar su pipa.