~One~

578 52 68
                                    

—Vene.... ¡N-no puedes...! No puedes.

Grito el ruso al borde de el colapso, Mientras que por sus mejillas corrian a rienda suelta sus lagrimas, Sujetando la mano de el latino entre la suyas, e inclinandose ligeramente, Apegando la misma a su rostro, El mayor suspiro con dificultad y pesadez, Llevando su mano hasta el cabello de su amado,Que estaba despeinado y sumamente alborotado, Ademas de enredado.

—R...rus... Ya s-sabias q...que esto... Pa...saria.

Murmuro arrastrando las palabras, Acariciando con suma debilidad el cabello tan suave de su amado, Aunque no podia verlo... Le lastimaba de sobremanera escucharle sollozar de aquella manera tan desconsolada y dolorosa... Y no podria estar alli mas nunca para consolarlo... Su vida estaba llegando a su fin... La enfermedad que le carcomia, Debido a la corrupcion, Habia ganado.

—No puedes dejarnos... ¡T-te necesitamos!...  Venezuela... Por favor...

Pero... El latino ya no lo escuchaba, Sus ojos estaban entrecerrados, Y la ultima chispa de vida en su cuerpo, Le abandono con un pequeño y roto susurro, Para despues cerrar los ojos por completo.

—Te amo... Rusia.

El ruso levanto la vista con desesperacion, Viendo a el que alguna vez, Fue su amada pareja... Y el quien de apoco adoptaba un palidez muy tipica de aquel estado, Su rostro perdio todo expresion, Y mantenia los ojos cerrados con delicadeza.

—Yo tambien... Yo tambien te amo Vene... Lo hago con toda mi alma... Mi cuerpo... Todo mi ser...

Desde ese pequeño instante, El Ruso sintio como su corazon era arrancado de cuajo, Como su vida perdia sentido... Ver como el motivo de sus sonrisas habia muerto de aquella forma... Tan cruel... Tan triste, Le partia el alma... Pero debia seguir, Sin alma, Sin corazon, Sin nada, Todo por aquella nena de apenas un añito , Que descanzaba en uno de los sillones de aquella habitacion, siendo cubierta por la chaqueta de el ruso.

Ahora... Debia criar a un pequeño country, El solo... Porque, Asi queria que hiciese su latino, Que lo cuidase como lo hizo con el, Que lo amase como habia hecho con el, Que nunca lo dejase solo... Aquel niño,era el fruto de su amor... Era su hija.

El ruso solo desvio la mirada y la regreso al cuerpo de su latino, Sujetando su flacida mano, Mientras que sollozaba y lloraba con fuerza,dejandose en carne viva las mejillas, Por la toxicidad de las mismas.

Durante mas de una hora,el ruso nunca se habia alejado ni un milimetro de el cuerpo de el venezolano, Hipaba con levedad de rodillas al suelo, Y nunca levanto la cabeza, Hasta que sintio unos pares de brazos, que le sujetabas por los mismos, Tratando de separarlo de el latino, A lo que gruño, Tirando un puñetazo al aire, Para que lo soltasen, Que lo dejaran, Que lo dejaran ahogarse en su pesar.

Rusia... Se a ido... Ya no podemos hacer nada por el... Pero, Por ti si... Venga hombre, Que luces patetico.

Menciono el Aleman, Tratando de separar a su mejor amigo de el cuerpo de el latino, Pero solo recibio a cambio,una mirada nublada en lagrimas, Pero cargada de odio, Queria estar con su venezolano...

—¡Dejame en paz!

Grito, Con la voz rota, Habia estado gritando la ultima hora,sin darse cuenta de ello. Y su voz, Ya no daba para mas, Pero, La pena era mas grande, que el dolor que podia ocasionarle una garganta desgarrada.

El Aleman suspiro y solto a el ruso,levantando a ver el cuerpo que yacia postrado en la cama, Como todo rastro de dolor habia desaparecido de su semblante. Volteo  a ver a el Chino, Que aun intentaba separarle de aquel flacido cuerpo. Le hizo una pequeña seña, Para luego de un movimiento de cabeza, Pedirle que llamase a la organizacion. El Ruso no iba a salir de alli a la buena, Ni por voluntad propia.

Hasta el final de mis dias [RusVene]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora