Cap 29 • Nuevos sentimientos

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Era un caluroso día en la ciudad. El sol brillaba en lo más alto del claro y despejado cielo azul. Por fin, era verano.

-¡Pardiez! ¡¿Cuánto más tardará?! -exclamó Ryoma.
-¡Quizás el tiempo se pasaría más rápido si dejaras de quejarte a cada rato! -dijo Jade.
-¿Pero están seguros de que vendrá? Dijo que sus padres lo habían castigado por irse al espacio sin avisar -añadió Eugene.
-Sí vendrá, ayer en la noche me lo confirmó en un mensaje -respondió Skie.

En ese momento, apareció JP, la persona por la que habían estado esperando más de 15 minutos.

-¡Lo siento! ¡Realmente lo siento!
-Hey, cálmate, no pasa nada. ¿Estás bien? -preguntó Arion.
-Sí, es solo que había mucho tráfico y el autobús se quedó atorado en él -justificó JP.
-Al parecer todos decidieron salir de vacaciones hoy -dijo sarcástico Michael.
-Ya te digo... -suspendió Ryoma.

Ya con JP presente, los chicos se disponían a subir al autobús, sin embargo, Skie les impidió el paso.

-Un momento chicos, la profesora Celia y yo les tenemos una sorpresa más.

Los chicos se miraron los unos a los otros, algo confundidos. Skie abrió la puerta del autobús y los chicos del Earth Eleven salieron de él.

-¡Chicos! -exclamó Arion.
-Capitán, ¿acaso pensaban irse sin nosotros? -interrogó Falco.

La sorpresa fue del agrado de todos los chicos del Raimon, pues recordaron el partido que habían jugado contra ellos antes de partir al espacio y, en general, los chicos simpatizaban entre sí.

-Riccardo -le saludó Terry.
-¿Así que era eso?
-¿Eh? ¡Ah, sí! -dijo Terry, recordando que un par de días antes, casi le revelaba a Riccardo la sorpresa.
-Bueno, felicidades.
-¿Eh?
-Si estás aquí, significa que aprobaste tus materias, incluida matemática avanzada, ¿no?
-Ah, sí. Y todo gracias a ti Riccardo.

Mientras Celia revisaba que el autobús estuviera en condiciones óptimas para partir, los chicos comenzaron a platicar.

No obstante, la pequeña charla entre Riccardo y Terry no pasó desapercibida por cierto pelirosa, quien también estaba presente, pero guardaba su distancia.

Cuando Celia anunció que todo estaba listo, los chicos abordaron el vehículo. Celia subió y nombró lista, asegurándose de que todos los chicos estuvieran presentes.

-Tal parece que estamos todos - dijo Victor.
-Te equivocas -respondió Skie.
-¿Eh?
-¡Pardiez! ¡No de nuevo! -se quejó Ryoma.
-Tranquilos, ya no debe tardar en llegar -afirmó Celia.
-De hecho no, ¡ahí viene! -exclamó Skie.
-¡Hola! -saludó Mark.
-¡Entrenador Evans! -exclamó Arion.
-Hmph, así que se trataba de él -dijo Victor, disipando sus dudas.
-Disculpen la tardanza, había un embotellamiento terrible.
-Lo sé -dijo JP con un tono que denotaba tristeza, pues empatizaba con Mark.

Los chicos se rieron por lo gracioso de la situación, mientras que Mark se quedó confuso. Después Celia encendió el vehículo y comenzó a conducir.

El camino fue largo, la mayoría platicaban entre sí o con su compañero de al lado, algunos aprovecharon para dormir un poco más, pues ese día se habían levantado especialmente temprano y otros cuantos aprovecharon para comer un bocadillo.

Después de casi dos horas de viaje, por fin habían llegado a su destino, una enorme cabaña en medio del bosque.

-¡Es una cabaña preciosa! -exclamó Rosie.
-Ya lo creo, ¿es suya, profesora? -interrogó Jade.
-No, es de mi hermano Jude. Cuando se la pedí prestada aceptó con gusto, dijo que era lo mínimo que podía hacer por los chicos que salvaron el planeta.

Doble traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora