TRANQUILIDAD O AMOR

Una guerra interna

   • Me prometiste que no volvería a pasar, que nunca sentiría el mismo dolor que sentí en ese momento, pero mírame ahora, estoy aquí sintiendo que el corazón se me derrite y que vuelvo a perderme entre toda esta gente, sin tener un motivo para continuar viviendo, dispuesto a aceptar un repentino final que acabe con todo este dolor.

   - Lo lamento, pero al igual que tú, yo también sufro. Sé que te prometí que esa sería la última vez pero, ¿qué puedo decirte? Creí que esta vez sería diferente, sentí que era el momento y la persona indicada. Llegué a olvidar toda esa rabia y temor, me sentí seguro de nuevo... feliz otra vez. ¿No es ese nuestro objetivo? ¿No quieres ser feliz?

   • ¿Somos felices ahora? Confiaste otra vez, creíste que esta vez todo saldría bien, ¿a qué precio? Ahora solo regresamos a cómo estábamos al principio. Sintiéndonos completamente solos, sin nadie que entienda, que comprenda, sin amor. ¿Acaso no aprendimos nada sobre la última vez? Porque pareciese que no.
   
   - Debí hacerlo.
   
   • No, no debiste. Quisiste...
   
   - Es cierto. Quise hacerlo. No quería estar solo por el resto de mi vida; en un tiempo ambos compartimos ese mismo temor y deseo, ¿no? De encontrar la mujer que desearía pasar el resto de los días con nosotros.
   
   • Eso fue antes. Lamento decirte que la vida no es así, no estamos en una película donde te encuentras con una buena chica y crean hermosos momentos hasta que deciden estar juntos y vivir felices por siempre. Esa no es la verdad, nosotros no nacimos para esto, hay que aceptarlo de una vez por todas para seguir tranquilos.
   
   - Pero es que la tranquilidad no me es suficiente, quiero compartir esa tranquilidad con alguien.
   
   • ¡¡Pero no hay nadie!! No hubo nadie, no hay nadie y nunca lo habrá. Y aunque haya alguien ahora, se irá como siempre ha sucedido, y nos quedaremos aquí ahogándonos en nuestro sufrimiento. Debes entender que el amor no es tan sencillo. Quizás alguna vez lo fue, pero ya no ahora. Nosotros no estamos echos para ser amados ni estamos rodeados de personas dispuestas a amar tanto como lo podemos hacer nosotros.
   
   - ¿Entonces? ¿Debemos aceptar nuestra soledad? ¿Esa es tu solución?
   
   • No es una solución, es la única alternativa que tenemos. Tranquilidad en lugar de amor.