Al día siguiente, Abigail y Elizabeth se levantaron muy temprano, y bajaron a la cocina a ayudar a su madre a preparar el desayuno, una vez listo el desayuno, todos se sientan en la mesa, pero esta vez sin teléfonos. En esta mansión solo se escuchaba el sonido de las cucharas al golpear el plato, al parecer nadie quería entablar una conversación.
Unos minutos después, Emilio se aclaró la garganta. —Ya he terminado, iré a organizar mis cosas.— Emilio trabajaba en el centro de la ciudad, debido a esto siempre tenía que estar viajando, y no podía pasar mucho tiempo con su familia, como de costumbre se iba cada lunes y volvía cada viernes.
—Cielos, estaba olvidando que hoy era lunes— Musito Abigail.
—Yo tampoco recordaba que hoy era lunes, no quiero que te vayas papá.— Dijo Elizabeth
—Yo tampoco me quiero ir, pero el deber llama.—
Después del desayuno, Emilio se fue a su habitación a terminar sus valijas, mientras las chicas ayudaron a su madre a recoger los trastos sucios. Al terminar de organizar los trastos, Abigail y Elizabeth decidieron ir a dar un paseo al jardín.
—Me gusta mucho esta mansión, pero extraño nuestra antigua casa, mis amigos, la escuela, extraño todo de nuestra antigua ciudad— Dijo Abigail con una cara un poco entristecida.
—Yo también extraño nuestra casa, y mis amigos, pero pronto nos acostumbramos a este estilo de vida— Dijo Elizabeth trata de animar a su hermana mayor.
Al cabo de unos minutos, Emilio salió de la casa con sus valijas ya hechas, para marcharse, se acercó a ellas, y las abrazó.
—Papá, no te vayas.— Dijo Elizabeth mientras abrazaba fuertemente a su padre.
—Tendremos esta conversación cada vez que tenga que ir a trabajar? —Dijo mientras acariciaba su cabello. - Saben que tengo que ir a trabajar, solo son 5 días, ya verán que los días pasaran muy rápidos igual que siempre.—
—Esos 5 días nunca pasan rápido, creeme que de verdad no lo hacen.— Confesó Abigail.
—Bueno, chicas ya me tengo que ir a trabajar, las amo — Dicho esto, Emilio fue al garaje en busca de su coche para ir al trabajo.
Abigail y elizabeth quienes ya cansadas de caminar, optaron por sentarse en una de las bancas del jardín que estaba cerca de un árbol de cerezo. Comenzaron a hablar sobre la absurda discusión que tuvieron con su madre la noche anterior.
—¿Realmente tenías que responderle así a mamá?— Cuestiono Elizabeth mirando a los ojos de su hermana.— Por tu culpa, no podre usar mi teléfono en un mes!
—No entiendo porque mamá te castigó a ti por lo que yo dije, además no sé porqué te quejas de no usar tu teléfono en un mes, deberías agradecerme ya no tendrás que estar todo el dia pegada a tu teléfono esperando nuevos mensajes, sabes que aquí no tenemos cobertura.—
—Incluso así, yo quería usar mi teléfono, ¿Sabes todo lo que haría con mi teléfono aún sin internet? Podría escuchar música, leer nuevos libros en wattpad e incluso jugar. —
—No seas patética, ambas sabemos que no ibas a hacer ninguna de esas cosas, tú solo ibas a esperar nuevos mensajes los cuales no recibirias.—
—Aun así, es mi teléfono, por tus estupideces ahora no podre utilizarlo.— Murmuró elizabeth mientras veía a su hermana.
Luego de una larga discusión entre hermanas, las chicas decidieron entrar a la casa, porque recordaron que aún no habían terminado de limpiar la mansión, hoy les tocaba limpiar el piso superior.
—Mira esto, este vestido luce muy anticuado — Señalo Abigail, mientras sostenía un viejo vestido que estaba en el armario de la difunta Felicia.
Después de limpiar la mayoría de las habitaciones del piso superior las chicas se adentraron en lo que parecía ser la habitación de su difunta abuela, ya que encontraron algunas prendas que parecían ser de ella, estuvieron ahí por un largo rato contemplando las pinturas que su abuela había dibujado, había un sinnúmero de hermosos cuadros con bellos paisajes y varios retratos de personas, pero hubo uno de los cuadros que cautivó mucho la atención de las chicas. Era un cuadro totalmente fascinante, había un gran castillo, con un paisaje grandioso, pero no fue eso exactamente lo que llamó la atención de las chicas, sino el símbolo que estaba en las banderas del castillo, ya que era el mismo símbolo que tenía la llave que habían encontrado la noche anterior.
—Hermana, mira el símbolo que muestra la pintura, parece el mismo símbolo que tiene la llave que encontré anoche debajo del armario— Le dijo Elizabeth a su hermana mientras señalaba una de las banderas de la pintura.
—Sí, también lo note es muy extraño— Dicho esto, Elizabeth salió de la habitación en busca de la llave ya mencionada.
Luego de unos segundos regresó a la habitación con la llave en manos, allí pudieron confirmar que era el mismo símbolo que estaba en las banderas del castillo.
—Wow, es super extraño— Opinó Abigail mientras miraba la llave.
—Sí, es muy extraño, pero puede que la abuela se haya inspirado en el símbolo de esta llave para crear el castillo— Dijo Elizabeth muy emocionada.
—Tienes razón, pero sigamos limpiando porque ya casi es hora de cenar—
Las chicas continuaron desempolvando, y arreglando la habitación, estaba realmente sucia, tenía muchas telas de araña, y moho. Mientras Abigail estaba desempolvando los cuadros de la abuela, Elizabeth estaba arriba de una silla desempolvando un viejo estante, pero accidentalmente cayó al suelo encima de un tapete, su caída provocó un sonido hueco, rápidamente Abigail, se acercó para ayudar a su hermana.
—Estoy bien, pero sentí algo hueco cuando caí en el tapete— Dijo Elizabeth mientras se levantaba del tapete.
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Dream Door.
FantasyLa señora Felicia Collins, escribió en su testamento que su única hija, Gertrudis, iba a heredar todas sus pertenencias. Cuando Gertrudis, cumplió la edad de 50 años, su madre Felicia, falleció. Así es como Gertrudis y Emilio su esposo, sus dos hij...