Corría por el bosque sintiendo toda la adrenalina subir por mi piel, lágrimas de dolor se resbalaban por mis mejillas. Caí de rodillas sobre el pasto y limpie con rabia mis mejillas. Unos brazos me abrazaron pero inmediatamente me separé de ellos.
-Dejame-solté entre sollozos- Tú y yo no podemos estar juntos-
Sus brazos me volvieron a atrapar, pero esta vez más fuerte. Con una de sus manos levantó mi cara y me hizo ver su bonito rostro.
-¿me podrías recitar en qué lugar dice que dos personas que se aman no pueden estar juntas?- preguntó con voz cálida-
-No me hagas las cosas más difíciles, esto algún día acabaría-me trate de enderezar entre sus brazos- me estoy enamorando de forma muy fea y no quiero mas dolor.- Me levanté a duras penas y me dispuse a volver a casa-
-Alexander, te amo-
-Basta, ¿no te duele verme sufrir?
-Sufres porque quieres, no porque yo te esté proporcionando aquel dolor- seguí alejandome, haciendo caso omiso a sus palabras-
Mi mente se estaba negando a amarlo, teníamos lazos que nos unían como familia aunque no lo fuéramos.
Y eso era lo que me dolía, no amarlo como merecía.
Nota: NO HAY INCESTO, es solo algo que luego entenderan. La estoy resubiendo.
ESTÁS LEYENDO
Otra historia de princesas no.
Teen FictionMuy pocas cosas en la vida son perfectas, y en esta historia no va a ser la excepción. Descubre como Alexander, una chica de veintiún años de edad, encuentra el amor verdadero en un chico equivocado. Ella está destinada a sufrir, él a amarla. Aunq...