Prólogo.

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Confieso que el recordar todo lo sucedido es algo aterrador. Pero es un terror del bueno. Provoca tantas emociones internas cómo para saber que si alguna vez debo enfrentarme al mundo, yo ganaré. De esos momentos tan divertidos; tan emocionantes, que la piel se eriza de solo recordarlos... Pero la vida no siempre será color rosado. Ahora mismo me encuentro en un punto que quisiera retroceder el tiempo y poder sentir aquella alegría cerca una vez más. Aprovechar cada segundo y disfrutar con más ganas de mi último año; de esos meses de locura y tentación, como de miedos y crecimiento. Pero conservo la paciencia; el saber que volveremos a ser los mismos; que todo pasa por una razón, y que el destino nos dirige por el camino correcto. 

En mi crianza me enseñaron a superar y avanzar. Con momentos; acciones, y personas. La presencia de los demás en mi rutina comenzaba a ser pasajera y lo aceptaba. Agradecía por quien se quedaba y no lloraba por quien se iba. Hoy, ese pasado me parece egoísta. Me cuidó de corazones rotos, es cierto. Pero también no dejó que apreciara la vida. Vida del verbo vivir y no simplemente existir.

Recuerdo aquel típico aroma a sudor que invadía parte de mi casa luego de cada práctica. La suavidad y finura de sus pinceles cuando se deslizaban por mi piel. Y las manchas de sus dedos debido a la cantidad de retratos que creaba de mi persona. ¿Conocen esa sensación? El volverse tan adicto a alguien; tan dependiente; que cierras los ojos y no debes esforzarte para recordarlo. Simplemente está ahí, invade tu mente poco a poco antes de prácticamente comenzar a vivir en tu imaginación. 

Y; antes de darte cuenta, le perteneces. Sientes dentro que no hay nadie más, y que no quieres a nadie más. Porque un amor sano debería ser así. Debería acelerar la respiración; bajarte a la tierra, brindarte motivos para seguir adelante. 

Y es que el amor; siendo el sentimiento más puro, es el que tiene muchísimas más probabilidades de destruirte. 


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¡Hola! Queridos lectores, primero que nada les doy la bienvenida a mi historia. No tienen idea la cantidad de veces que he reescrito los capítulos por miedo o porque no me convencían. Pero ya es momento de dejar que Wattpad haga su magia.

Espero que se diviertan tanto como yo leyendo la novela, prometo hacerlos reír y esforzarme por no romper sus corazones, o al menos no tantito. 

Intentaré actualizar seguido pero mis días son ocupados, solo recuerden que pronto volveré.

Les envió muchos besitos soñadores.

-Light Magic.

24 boy'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora