Epílogo

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POV CRISTIAN:

-¿Listos para la gran aventura?- grité haciendo movimientos raros con las manos.

-Siiiii- escuche decir a mis dos hermosos hijos y la risa de mi hermosa esposa se hizo presente luego.

Si, nos casamos. Hace un año, justo después que Ciro cumpla cinco.

-Genial. Ahora, formen fila tripulantes- me pare firme con la mano en mi frente simulando ser un soldado. Las risitas de mis hijos me hicieron reír.

Se pusieron uno atrás del otro e hicieron lo mismo que yo; pusieron su mano en su frente.

-Ahora, marchen- yendo detrás mío, mis hijos y yo marchamos hasta la puerta del barquito. De reojo noté como Caro sacaba su celular y nos tomaba fotos. Al llegar al trencito, le di los cuatro boletos al hombre y nos dejó pasar.

-Vamos al fondo- dijo Ana tomándome de la mano y llevándome a rastras hacia los últimos lugares que estaban desocupados. Me senté junto a ella y Caro y Ciro se sentaron en frente.

-Mami estará spiderman ¿verdad?- Ciro movió la manga de la campera de Caro para llamar su atención.

-Claro que si, hijo. Sabes...- se acercó a su oído -Mientras veníamos lo vi trepandose por los edificios, estaba viniendo para acá- los ojitos de Ciro se iluminaron. Ama ese superhéroe, en serio, tiene toda su habitación del famoso Peter Parker.

-A ver familia, una fotito- una mujer más grande que nosotros apuntó su cámara y nosotros nos juntamos, sonreímos y pasamos para la foto -Perfecto, cuando termina el recorrido se las entrego- nos sonrió y se fue.

El trensito comenzó a avanzar y los nenes se pusieron como locos al ver entrar a Spiderman y a una Lol al tren. Me dio mucha gracia ver a Ciro con cara de no poder creerlo cuando veía a Spiderman.

-Sacaste foto de todo ¿no?- le dije en el oído a Caro, ella me miró y asintió sonriente.

Canciones infantiles empezaron a sonar en el tren. Primero algunas de Piñón Fijo y después otras que no conocía. Hasta que volvieron a dar Piñón Fijo, específicamente la canción chu chua. Ciro y Ana la amaban, no me pregunten por qué. Pero a penas a escucharon se levantaron de sus asientos y bailaban mediante lo que decía la canción, Caro y yo nos unimos y terminamos todos los den trensito bailando la canción del chu chua.

Luego de unos veinte minutos más el tren volvió a estacionar en el mismo lugar que antes y todos bajamos de él.

-Toma- me dio una campera de mi hijo -Abriga a Ciro, refresco- fue hacia Ana y le colocó su campera, yo hice lo mismo con Ciro.

-¿Te gustó el tren?- le sonreí.

-¡Si! Me encantó papi- me abrazó por el cuello con sus brazos chiquitos.

-Me alegro, hijo. Vamos con mamá y la hermana- al llegar notamos que la foto que nos habían sacado antes ya la tenían.

-Mira, salimos hermosos- Ana me mostró la foto y sonreí. Era una hermosa foto.

-Voy a comprar un cuadrito y la voy a colgar en casa- Caro me rodeó sus brazos por mi abdomen, yo le sonreí.

-Bueno familia. Vamos a casa- tomamos de las manos a los chicos y caminamos hasta el auto. El viaje transcurrió en los cuatro cantando las canciones que pasaban por la radio. Siempre me impresionaban que sepan mejor esas canciones de reggaetón que las infantiles.

-Vamos a ver una peli- gritó Ana a penas entramos a la casa. Junto a Ciro corrieron hacia el living y prendieron la tele.

Caro y yo nos miramos.

ᴀᴍᴏʀ ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴏ | Cristian PavonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora