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Namjoon:

La idea de tener una cita con él había sido tan repentina que nisiquiera me adapte a la idea de ser rechazado. No tenía fé siquiera en tener una salida hasta la puerta, menos que respondiera que sí en tan solo unos minutos. Me tomó por sorpresa de una manera inimaginable.

Luego de terminar lo que tenía que hacer, un trabajo para nada importante e indispensable sobre mi familia, tomé un baño en mi hogar y me vesti con las mejores ropas que tenía en el armario. La emoción que sentía por la velada era una reacción justificada, después de tantos días, horas y minutos, el Omega que había robado toda mí atención por fin decidió dirigir algunas palabras a mi persona.

—Namjoonie. —Hablé para mi mismo acomodando mi campera para proceder a tocar la puerta. —Todo va a estar bien, SeokJin no te va a odiar luego de la cita. Pfff, no seas exagerado. ¿O si me va a odiar? No cre...

Los desvaríos de mi boca fueron frenados derrepente por el hombre más hermoso del mundo. Su pelo negro bien peinado, la galaxia que descansaba en sus tan bellísimos ojos, los labios que tanto quería besar pero no me animaba a preguntarpreguntar y todos sus pequeños detalles me abrieron la puerta. De no haber sido por mi auto control, hubiera caído baba de mis labios.

—Ahora el que esta perdido en su propio mundo eres tú. —Río con esa risa tan característica de él. Esa que solo les regalaba a sus amigos en la cafetería y ahora yo tenía la fortuna de recibir.

« Si mi mundo eres tú. ¿Me dejarías perderme aún más en él?» —Perdón. Estaba pensando en algo muy importante.

—¿Acaso es trabajo o algo así?

Por estar perdido en todo su ser, no ví el momento en que su mano ya estaba cerrando la puerta. Me empujó con la mano para poder pasar y sonrió, era tan lindo que hablar era una tarea difícil de realizar cuando estaba a su lado.

—¿Donde quieres ir? —Digne a preguntar caminando a mi auto, odiaba pasear por ese objeto con cuatro ruedas, pero salir a una cita a pie no era tan romántico como se decía. —Yo tenía pensado ir a algún cine y luego cenar en el lugar que más te guste.

—Eres demasiado dulce como para ser un alfa. ¿No estas seguro que eres un angel caído del cielo? —Fue casi invisible, pero un sonrojo se posó en sus mejilla por la vergüenza de sus palabras. —No me hagas caso.

—Si fuera un Ángel caído del cielo sería malo. ¿No lo crees? —Abrí la puerta del auto, para que él se sentara la parte del copiloto y caminé hasta mi lugar en el auto. En este momento, el avergonzado era yo. ¿Como podía responder así al que sería el amor de mi vida? No era momento para ser un sabelotodo, todavía.

En el auto hablamos de todo un poco. Jin había pasado todo el viaje de camino al cinéma explicándome acerca de una receta que tanto quería probar pero no entendía el procedimiento al prepararlo. Entonces, le prometí que le ayudaría con eso si me enseñaba a hacer un café que no fuera un líquido venenoso. Aceptó sin pensarlo demasiado.

A la película la decidimos através de piedra, papel o tijera y él ganó porque mis ojos se perdieron en sus ojos por milésima ves en tan poco tiempo. Si no quería parecer un tonto que solo se la pasaba observandolo debería de dejar de mirar su persona, cosa imposible de evitar.  El hecho de que mi meta en este momento sea darle un beso no ayudaba en nada, la noche sería demasiado larga con él a mi lado y no en el mal sentido.

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°La película no va a ser relevante para la trama, pero la cena si.

°¿apoko se esperaban el cambio de narrador?
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𝓥𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora