La hija de Zalgo

No la merecen

Al día siguiente mi padre me llevo a la escuela pero no entre, regrese a casa, no quería que Rebeca se diera cuenta de que había ganado, me quede el dia entero en cama, llamaron a la puerta, era el profesor

—Hola profesor, se meterá en problemas si sigue viniendo

—No se preocupe nadie sabe que estoy aquí, las clases aun no terminan asi que ningún alumno me vera ¿se encuentra usted bien?

—Si, entre ¿gusta beber algo?

—No gracias e venido para ver que sucedía, su padre la dejo en la escuela y usted a salido corriendo una vez que se fue y no parece que este usted bien

Comencé a llorar y lo abrace sin pensarlo, el me abrazo y me agrado me agrado mucho

—Tranquila ¿Qué sucede?

—Ayer discutí con Rebeca ella me empujo y sombra la ataco, sacrificaron a sombra

—Lo lamento

—Si iba a clases Rebeca se regocijaría en saber que logro hacerme daño

—Creo que hubiera sido mejor ir a clases, así estaría distraída en algo y tendría el apoyo de sus amigas, no está bien que este sola en un momento así—Me aparte de el secándome las lágrimas con la mano

—Lo siento lo moje

—No se preocupe

—Gracias por haber venido pero por favor no le diga a mi padre que no fui a clases

—Por mi parte no lo sabrá. —Miro su reloj—Lo lamento pero tengo que retirarme, solo quería estar seguro de que estaba bien

—Gracias por preocuparse por mi profesor

—¿Estará bien si se queda sola?

— Si, estaré bien, tal vez Aarón venga a buscarme así que no estaré mucho tiempo sola—No se si fue mi imaginación pero su expresión cambio a una mas fría y molesta

—Ese hombre no la merece—Me parecio escuchar

—Disculpe

—No,nada.Bien, me voy entonces, cuídese señorita Jules

—Llámeme Elena

—Adiós Elena

El profesor se fue y me senti aun mas sola, Aaron no tardo en llegar, también estaba preocupado, lo invite a pasar

—Estaba muy preocupado Elena, ¿tu padre sabe que no fuiste a clases?

—No

—Espero y no se moleste mucho contigo ¿Estarás en el concurso de talentos de la escuela?

—No lo se

—Me gustaría que cantaras para mi, quiero escucharte

—Puedo cantarte ahora

—No preferiría que toda la escuela supiera que me cantas a mi

—Hablare con el profesor pero no te prometo nada

El concurso de talentos era dos semanas después, el profesor no me negó entrar, el me ayudo a prepararme, no quería cantar frente a toda la escuela, no lo había hecho nunca y estaba algo nerviosa

—¿Estas lista? —Pregunto Han emocionada

—Creo, acompáñame al baño

Fuimos al baño pero estaba cerrado asi que buscamos al conserje que se extrañó de que el baño estuviera cerrado, después de llamar varias veces decidió abrir con la llave

—Carajo—Soltó Han al ver la escena que yo veía

Rebeca en ropa interior sobre el lavabo y Aaron entra sus piernas besándola

—¡Que mierda pasa contigo? —Pregunto Han al ver que yo no respondía

El conserje al ver la escena no dudo en ir a buscar un superior y al parecer no encontró al director y llevo a la última persona que me hubiera gustado que llevara, al profesor William, me moria de la vergüenza que el supiera que era una estupida

—Escucha Eli no es lo que crees

—No te le acerque imbécil

—Vamos Elena no necesitas ver esto

Han me tomo de la mano y me jalo hasta uno de los salones, cerró la puerta yo aún estaba en shock , me sentía tan estúpida

—Lo siento mucho Elena de verdad lo siento mucho

—Estoy bien

—Claro que no estás bien, estas temblando

Sara entro al salón

—Las he estado buscando, el profesor dice que es tu turno después de... ¿está bien?

—No no lo está dile al profesor que...

—Estoy bien

—Pero...

—Le demostrare que logro destrozarme hasta el punto que ya no me duele

Salí del salón y fui hasta el profesor, después de tragarme todo el odio que sentía fui al escenario la música comenzó y espere mi momento para comenzar, cuando termine deje el escenario y salí de la escuela, fui a casa y no me desahogue hasta estar sola en mi habitación, ignore las llamadas de teléfono todas eran de Hannah y de Sara estaban preocupadas pero no quería hablar con nadie

Llamaron a la puerta, abri al pensar que eran Hannah y Sara pero nuevamente era el profesor

—¿Puedo pasar?

—Si, lamento que viera eso profesor

—¿Está usted bien?

—¿Por qué se preocupa por mi? —Él se acomodó la corbata nervioso

—Ese tipo de idiotas no la merecen señorita Jules, ¿Por qué siguió con el después de cómo se portó aquel día?

—Con todo respeto, no es algo que usted tenga que saber y sabe que gracias por venir pero...—No me dejo responder, sus labios se unieron a los míos, sujeto mi cabeza para que no me separara