Mis padres y los de Namjoon se conocían desde la universidad y gracias a eso él y yo nos habíamos vuelto inseparables, estábamos a casi todas horas juntos, incluso íbamos a la misma clase. Namjoon era un buen chico, gracioso, atento y muy protector conmigo, o eso decía todo el mundo. Teníamos la misma edad pero la diferencia de altura era notoria, él era una torre que medía 1,81 mientras que yo apenas llegaba al metro sesenta y cinco.
Las vacaciones de verano estaban llegando a su fin y una nueva etapa de nuestra vida comenzaba, mañana comenzábamos la universidad y los dos estudiaríamos carreras diferentes. Mientras yo empezaba con la carrera de Economía él estaría estudiando Historia del Arte, esto nos tenía un poco preocupados porque sabíamos que a partir de ahora nos veríamos menos.
Estábamos sentados en el suelo de la pequeña terraza de mi habitación mirando como el sol se escondía, ninguno de los dos decía nada, solo nos bastaba la compañía del otro.
—Oye Hyeon, mañana quedamos a las ocho y media y te llevo a clase ¿te parece?- aparto la mirada del paisaje para mirarle.
—¿Estás seguro? puedo ir en autobús.
—Me viene de camino, no te preocupes.— él me sonríe y volvemos a mirar hacia el sol que ya se estaba escondiendo.
. . .
Namjoon recoge su chaqueta que está encima de mi cama, ya es tarde y mañana nos tenemos que levantar pronto.
—Nos vemos mañana Hye.— él me da un pequeño beso en la cabeza y camina hacia la puerta para marcharse pero le freno agarrando su brazo.
—Nam.— pronunció su apodo en voz baja.
—Oh no, ¿qué quieres? cuando me miras y me hablas así significa que quieres algo.— él ríe y yo hago un pequeño puchero.
—¿Y si vienes luego?
—Hye, mañana hay clase y es un día importante.— suspira acariciándome el brazo que lo sujeta.
—Lo sé, pero a partir de ahora nos vamos a ver mucho menos. ¿Por favor?— vuelvo a mirarle haciendo pucheros y él baja la mirada resignado.
—Está bien, me has convencido, avísame cuando tus padres se hayan dormido y vendré.
. . .
Abro la puerta intentando hacer el mínimo ruido posible, al otro lado Namjoon me espera sonriente, él pasa y caminamos hasta mi habitación cerrando la puerta detrás nuestra.
—Vamos, hora de dormir.— mientras deshace la cama me fijo en su ropa, lleva puesto un pantalón de chándal gris y una camiseta del mismo color.— Hye venga, ¿qué me miras tanto?— me sonrojo un poco al darme cuenta de que me ha pillado mirándole y me meto en la cama.— Buenas noches pequeña.— me abraza y los dos nos quedamos dormidos en cuestión de segundos.
. . .
El estridente sonido de mi teléfono me despierta, me estiro para apagarlo y descubro que estoy sola en la cama pero que el sitio donde estaba Namjoon sigue caliente.
—Hyeon, si no te levantas ya vas a llegar tarde— la puerta de la habitación se abre y mi madre entra por la puerta.— ah, ya estas despierta, venga venga date prisa que Namjoon llegará enseguida.— me da un beso en la frente y se va.
Me aseo rápidamente y me visto con unos pantalones negros, una sudadera ancha también negra y unas converse. Me hago un maquillaje sencillo simplemente para tapar un poco las ojeras y voy a desayunar justo cuando suena el timbre. Un plato de tostadas con mantequilla y un zumo me esperan sobre la mesa.
—Buenos días Namjoon guapo, pasa pasa, Hye está en la cocina.— él entra en la cocina con mamá detrás suya.
—Buenos días Hye, ¿qué tal has dormido?— me sonríe inocente y yo le miro mal, le encanta quedar bien cuando mi madre está delante.
—Muy bien la verdad ¿tu?— me da un pequeño beso en el moflete y me roba la tostada que tenía en la mano.— ¡Eh! ¡Eso es mío!
—¿Si? No veo tu nombre escrito por ninguna parte.— inspecciona la tostada detenidamente y se la lleva a la boca guiñándome el ojo.
—Serás.... . .
—¡Que os vaya bien chicos! ¡Adiós Namjoon!— cerré la puerta de la casa y bajamos por las escaleras hacia el coche.
—Mi madre te quiere más a ti que a mí.
—Normal, ¿no ves que soy adorable? todos me quieren.— entramos al coche y él condujo de camino a la universidad.
—Ya, ya, no te lo creas tanto.Diez minutos después llegamos al parking de la universidad y observo aquel lugar por la ventanilla sin querer bajarme, Namjoon agarra mi mano y me da un pequeño apretón.
—No estés nerviosa, seguro que te va bien y haces nuevos amigos. Vengo a recogerte cuando salgas ¿vale?— asiento. Me da un beso en la mejilla, salgo del coche y él se marcha. Me doy cuenta de que la gente que estaba en el parking nos ha estado observando con curiosidad y eso me hace caminar más rápido hacia la puerta de la universidad.Entro en la clase que me tocaba según ponía en el correo que me habían mandado días atrás y me siento en el primer sitio libre que veo, aún quedan diez minutos para comenzar la clase pero ya hay unas cuantas personas en el aula y muchos se conocen entre ellos.
Saco una pequeña libreta para apuntar y comienzo a dibujar en una hoja en blanco pensando en qué estaría haciendo Namjoon en ese momento, seguro que estará hablando con alguien porque a él se le daba muy bien hacer amigos. Quedaban solo tres minutos para las 9 cuando noto que alguien se sienta a mi lado.
—Hola, ¿está ocupado?— una chica morena me mira sonriente.
—Hola, no, no, siéntate si quieres.— le contesto con otra sonrisa. Ella deja su pequeña mochila sobre la mesa y se sienta suspirando.
—Pensé que llegaría tarde.— ella ríe.— por cierto, soy Heesook pero prefiero que me llamen Hee.
—Yo soy Hyeon pero prefiero Hye.—las dos reímos y en ese momento tres chicos entran por la puerta riendo exageradamente alto. Se sientan en la última fila y noto como Hee suspira molesta.— ¿qué pasa? ¿los conoces?.
—Desgraciadamente si, a uno de ellos lo conozco porque fuimos a clase juntos. Es el de pelo naranja, se llama Jimin y algunas veces puede ser muy molesto.— dice haciendo énfasis en el muy.— como ahora por ejemplo.— no entiendo a lo que se refiere hasta que veo al tal Jimin acercarse a nosotras.
—Hola Hee guapa, cuanto tiempo sin vernos, ¿me has echado de menos este verano?.
—No Jimin, la verdad es que no.— el chico se apoya sobre la mesa sonriendo de medio lado. Ya que está ocupado hablando con Hee aprovecho para mirarle. Lo que más me llama la atención son sus labios, grandes, rosas y mulliditos. Sus ojos son pequeños y al reírse sus mofletes los tapan. La verdad es que el chico era guapo, muy guapo. Él giró su cabeza y me pilla observándole a lo que respondo bajando la mirada a mi libreta rápidamente.
—Hola, no me había dado cuenta de que estabas aquí, ¿cómo te llamas?
—Hyeon.— le miro a los ojos, su mirada me intimida un poco pero consigo no apartar la mirada.
—Yo soy Jimin, encantado belleza.
Fin del capítulo. Nos leemos pronto.
Deku.
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Solo bastó tu mirada ; knj
FanfictionNamjoon y Hyeon son mejores amigos desde la infancia, son inseparables y están la mayor parte del tiempo juntos pero esto cambia cuando los dos comienzan la universidad. El tiempo que pasan separados y las nuevas amistades harán que surjan sentimien...