Mi Doctor.

Bipolar nivel: Dios.

Me encontraba con mi hermana en mi habitación del hospital, esperando al nuevo doctor, me imagino que a otro viejo de ciento un años; tenia puestas unas gafas de sol, ya que primero, no me gustaría que el doctor me diga "oh, son lentes?" segundo, el sol me molesta, si soy vampiro... vale no...y tercero, mmh...no, en realidad no hay tercero...miré a mi hermana la cual estaba pegada a su celular, me sonreí sola, ya que sabía que hablaba con su novio; está enamorada, me alegra ver que ella tenga esperanzas de estar con una persona toda su vida..no es que yo crea en el amor, en realidad nunca lo estuve, y la única vez antes de que me metieran en esta cárcel, fue cuando tenia 15 años, pero el chico era un completo mujeriego, y me engañó.

Abrieron suavemente la puerta, me incorporé en mi silla preparada para mi tortura y me acomodé las gafas.

-Amm..buenos días -dijo un señor de unos cuarenta años de edad, rodé los ojos, cansada, pero se me abrieron como platos al ver a un chico entrar detrás del doctor mayor con unos ojos verdes azulados que al parecer demostraban que no estaba de un muy buen humor que digamos, cabello claro y unos hermosos y a la vista delicados labios rosados.

Giré a mirar a mi hermana la cual estaba mirando de la misma manera a el chico.

-am...buenos...días -dije reaccionando.

-buenos días -dijo rápidamente mi hermana.

-eres Jules verdad?-preguntó el doctor.

asentí rápidamente mientras veía a el doctor acercarse hacia mi y mirarme raro.

-eres ciega? -sonrió.

-no -reí -sólo que el sol me molesta, a estas horas siempre brilla mucho, pero pronto bajará.

-oh ya -sonrió- tú eres la de los ojos de ángel?

fruncí el ceño, en serio odio que hablen tanto de mis ojos.

-no tengo ojos de ángel -dije cambiando mi aspecto de feliz a molesta.

-esta bien, lo siento.-sonrió y miró hacia el chico -mira Jules, el es Harrison, tu nuevo doctor.

-qué?-dijimos mi hermana y yo al unisono.

En realidad, no me molestaba tanto que fuera él, antes mejor, entre adolescentes nos entendemos, pero es que en realidad sería incomodo como cuando tocan las inyecciones, soy jodidamente cobarde para ellas.

-sí, ven Harri.-dijo el doctor.

el chico aún con su mala cara se acercó y le estiró la mano a mi hermana.

-mucho gusto.-dijo serio mientras la movía suave con la de ella.

se giró hacia mi e hizo lo mismo, serio...este chico no me está cayendo bien.

-por qué esa cara?-se atrevió a preguntar mi hermana.

-verdad... ¿por qué esa cara? -dijo el doctor mayor.

Harrison miró casi matando al doctor mayor y le susurró, tan suave que logré escuchar perfectamente (sarcasmo)

-sabes que no quería ésto.

-Harri -reprendió el doctor.

El chico suspiró y se giró hacia nosotras para hacernos una falsa sonrisa, cogió al doctor del brazo y lo sacó de la habitación.

-no está bueno?-preguntó insinuante mi hermana sonriendo.

-si, tal vez.-dije acomodándome las cobijas.

-si tal vez? está bueno acéptalo! -gritó ella.

-deja de gritar te escuchará -bufé- y no es para tanto eh? hay chicos aún más lindos y sabes que no me interesan.