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Maldito zorro:

"En una antigua fábrica se podían divisar  cuatro sujetos, de los cuales 3 se encontraban parados y había uno arrodillado con una pistola en la cabeza, se apreciaba el terror y el miedo de morir en su cara.

-por... Favor... Misericordia...se lo ruego.... Kyubi-rogaba el que se encontraba arrodillado.

-Dejame pensarlo... -Decía en tono sarcástico el que apuntaba a la cabeza.

Segundos más tarde se escuchaba un disparo mientras todo se ponía rojo... "

De la nada en una casa se escuchó un estruendo que provenía del segundo piso, más específicamente en la habitación principal.

-Otra vez ese recuerdo - decía mientras se sentaba y sobaba en el suelo, de pronto miro el reloj y se dio cuenta de un pequeño detalle- las 7:55!!! Rayos me quedé dormido!!-grito agitado mientras se levantaba hecho un rayo- levantate kurama, vamos tarde.- dijo a un zorro que estaba acostado en el piso de su pieza mientras él, corría al baño.

Ya habiendo salido de la casa y llegado al auto. Se acordó de las llaves que busco insistentemente en sus bolsillos para que corear que se le habían olvidado dentro de la casa, se devolvió rápido a la casa para ver que las llaves de la casa estaban junto a las llaves del auto en la entrada, osea, que no había manera de entrar.

-kurama!!-gritó viendo que kurama estaba adentro, este se asomó por la ventana- kurama toma... Las llaves que están en la mesa, y pásamelas por la puerta para mascotas- el zorro miro la mesa y se apoyo en ella para tomar las llaves, pero en vez de sacarlas, las deja en el suelo al frente de la ventana- bien.. Bien, ahora sácalas de la casa- diciendo con un mínimo tono de desesperación, aunque el zorro divertido solo inclino la cabeza en forma de confusión, por la reacción del zorro y la falta de tiempo golpeo su cabeza en forma de rendición.

Al ver que el zorrito travieso no le entregaría las llaves decidió lanzar una maldición y salir corriendo hacia su trabajo, osea, al cuartel general de policías de Konoha, donde trabajaba como investigador de grupos de mafia.

Cuando recién entraba al cuartel, se encontró a la Sra Tsunade, la Jefa y encargada del cuartel. Tuvo que frenar de golpe para no chocar con ella... De nuevo.

- Naruto- dijo con tono de superioridad y un toque de irritación, cosa que le causó mala espina al otro presente- espero que solo hayas salido a tomar aire fresco y no estés llegando 15 minutos tarde al trabajo, porque sabes perfectamente que la última vez qué pasó no te fue muy bien, verdad?- dijo con un toque de cinismo.

-N.. No, no, yo... Solo salí a tomar aire... Co... Como usted dice -dijo nervioso y con la mano en la parte de atrás de su cabeza.

Ahh.. - suspiro- naruto te he tenido mucha paciencia porque has sido muy útil en muchas de nuestras investigaciónes, pero si sigues así no me dejarás más alternativa  que romper nuestro trato y quitarte la inmunidad- dijo decepcionada- sabes perfectamente cual es tu situación frente la ley.

En eso naruto dejó de sonreír y miro al suelo.

-No me enorgullezco de ello- dijo sin levantar la cabeza con un tono de desilusión. "Pero no me arrepiento de nada" Sonó es su cabeza una voz   mientras se reía maliciosamente. Por esto naruto empezó a sacudir la cabeza en un intento de detener ese pensamiento.

-ve a tu oficina- ordenó mientras se iba.

"Vamos es tu oportunidad, usa el cuchillo de tu brazo y lánzaselo, ambos sabemos que no fallaras" Sonó nuevamente esa voz, pero naruto reacciono de la misma manera de hace unos segundos.

Cuando llegó a su Oficina iba a abrir la puerta, pero hoyo un ruido que provenía de adentro, por esa razón lentamente abrió la puerta y lo que vio lo dejó desconcertado y un poco frustrado.

Adentro se encontraba kurama sentado en su silla con las dos llaves en su hocico, además de que movía la cola con un toque de diversión.

En ese momento naruto se puso rojo y el zorro reaccionó lamentablemente muy lento, ya que para su mala suerte, Naruto ya había cerrado la puerta por lo que empezó una persecución dentro de la oficina dejando a su paso todo desordenado.

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Esta historia la estaba haciendo con una amiga, pero a ella le borraron su cuenta y le prohibieron seguir escribiendo, por lo que publicaré los capítulos realizados y yo la terminaré.

Si les gusto comenten y voten.

Nos leemos en el próximo capítulo.

Banana.

Rehén de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora