Aquí Estoy Yo-EMILIACO

03

-J O A Q U Í N.

Estába en el parque, con el chico al cual le había dado una oportunidad.

-En verdad me gustas Joaquín, quiero algo serio contigo -dijo Andrés.

Ojalá él que me estuviera diciendo eso fuera Emilio.

Vamos Joaquín, tienes que pensar en otra cosa que no sea tu mejor amigo.

Me gustaba Emilio, ya lo tenía más que claro.

Últimamente pasaba mucho tiempo con él, y no sé como pasó, pero me empezó a llamar la atención. Y por eso mismo le dí una oportunidad a Andrés.

Emilio se había convertido en mi amor imposible, y tenía que olvidarlo.

-Joaquín, ¿todo bien? -preguntó Andrés después de ver que yo no contestaba.

-Si, si, perdón -dije volviendo a la realidad.

-Estas muy hermoso.

-G-gracias, tú igual.

-Y si...vamos a mi casa?

-A que?

-Hm, pues a ver que hacemos.

-Claro, vamos.

Después de unos minutos ya estábamos en casa de Andrés.

-Ven -tomó una de mis manos- vamos a mi cuarto.

-Bueno.

Andrés cerró la puerta con seguro después de pasar.

-Y que vamos a hacer?

-Que crees? -dijo mientras se quitaba la camisa, y después el cinturón.

-S-si te vas a cambiar, cámbiate en el baño -dije muy nervioso.

-Te haré mío -dijo ahora quitándose el pantalón, y el bóxer- en otras palabras, tendrás el mejor sexo de tu vida.

Ahora estaba desnudo.

-Estas loco -me paré de la cama- c-claro que no -me volvió a sentar, empujandome.

-Si, bonito -se acercó a mí y comenzó a besarme a la fuerza.

Me tenía tomado de las manos, yo moví mi cabeza para los dos lados de forma rápida para así parar el beso.

-Eres igual al resto, creí que eras diferente -dije ya que pude hacer que dejara de comerse mi boca.

No se como me safe de su agarre, le di una cachetada, y por último, salí lo más rápido que pude de ahí.

- E M I L I O.

-Estas pendejo -decía mi hermana- no sabes nada de matemáticas.

Reí.

-Si sé, yo estoy en lo correcto.

-Que no -dijo desesperada- 40 más 45 son 85, no 95.

-Chinga tu madre pues.

-Chinga la tuya.

-Ay que bonitos -dijo mi madre sentándose en el sillón con nosotros.

-Obvio -respondí.

-Siempre -dijo mi hermana.

-Están bien pendejos -nos dijo.

-Gracias, lo sacamos de mamá -despues de decir eso, se fue corriendo a su cuarto.

-VAS A VER ROMINA -le gritó- QUE SON ESAS MAMADAS.

Yo reía mucho, pero cuando mi gfa me lanzó una mirada amenazadora, deje de reír.

Sentí mi celular vibrar, era una llamada de Joaquín.

-¿Bueno? -dije después de contestar.

-Emilio, te necesito.

-Donde estás.

-Ya sabes donde.

-Ahora mismo voy para allá.

-Aquí te espero.

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Losé, los caps son muy cortos:'c