Sinopsis

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Es la tercera vez en el mes que recibe cartas de ese acosador anónimo, aunque le tiemble hasta el cabello cada vez ve el sobre asomándose por el buzón de su pequeña casa, la joven azafata sigue teniendo una intriga enorme por saber quién era aquella persona sucia que intentaba jugar con su débil mente. 

No estaba tan perdida, en el fondo ella sabía que todo había comenzado cinco años atrás, justo cuando murió su mejor amiga, el hecho que acabó rompiendo en mil pedazos su corazón dejando atrás la dulzura e inocencia que ella emanaba, porque al fin y al cabo, ser buena persona no le había servido de nada, había perdido a su hermana y nadie ni nada podía cambiar ello. 

Perder a alguien no es fácil, perder a una persona querida es aún peor. Sientes como el mundo se desvanece a tus pies, como todo está cambiando y no puedes hacer nada para pararlo, el tiempo es constante y sus cambios también. Puedes llorar una pérdida una vida entera, puedes dejar que eso te hunda pero, ¿de qué sirve? Siempre hay que avanzar, aunque sea sin esa persona, aunque sea sin la persona con la que has planeado toda tu vida, con la que hubieras deseado que estuviera en cada momento a tu lado, en las caídas y en la cima... 

Se quitó las lágrimas que amenazaban con salirse si seguía pensando en el pasado, Lorette sabía que tenía que esconder esa parte de su vida en algún cajón de sus recuerdos, no podía permitir volver a hundirse, además de que el psicólogo ya había resultado demasiado caro.  Abrió el sobre con miedo y sacó la pequeña nota que había dentro, la leyó con tranquilidad, palabra por palabra, hasta que su mente se convirtió en un verdadero caos, no entendía lo que estaba pasando y el por qué jugaban con ella de aquella manera. En la nota ponía "17 de julio de 2015" y el relieve de una rosa dibujado. Ese día murió su mejor amiga. 

Soltó la nota de golpe y se sentó en la esquina de su habitación, le dolía la cabeza de pensar tanto, no entendía qué ganaba esa persona haciéndole recordar ese sufrimiento cinco años después. Es que... no, no podía ser, estaba delirando, Katherine se había suicidado porque Michael la humilló, pensó.

No paraba de darle vueltas al asunto, de llorar e intentar controlarse para evitar un futuro ataque de ansiedad, y siguió así durante horas, hasta que sonó el teléfono.  

- ¿Diga? - descolgó el teléfono con temor, nadie conocía el número de su nueva casa así que no tenía ni idea de quién podía ser. 

- ¿Lorette? ¿Eres tú? - la voz de un joven muchacho se escuchaba al otro lado, una voz que ella conocía a la perfección - Tu madre me ha dado tu número. Escucha, tenemos que vernos, hemos recibido una llamada en la comisaría, tenemos que reabrir el caso de Katherine - dijo el detective Prince.

Pero la joven Lorette había desconectado totalmente desde que le escuchó decir su nombre, no podía asimilarlo y tampoco quería volver a vivirlo aunque para entenderlo habría que volver cinco años atrás, donde todo se complicó. 


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⏰ Last updated: Jan 21, 2021 ⏰

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Perdiendo los papelesWhere stories live. Discover now