Pdv. Vegetta
Me acerque a la habitación de Willy cuando los escuche que paseaba por la habitación, entre, su mirada esquivo la mía y se paso la mano por el pelo lanzando un suspiro de cansancio.
-¿Estas bien? -pregunte preocupado al verlo tan agitado.
-S-Si -murmuro sonrojándose.
-Porque te desmayaste cuando venias en el taxi -le conteste mientras una pequeña sonrisa se deslizaba por mi rostro.
-¿M-me de-desmaye?- pregunto con la preocupación grabada en su rostro.
-No te acuerdas tío -me acerque a el sorprendido.
-¿Y que paso después? -su voz susurrada con un toque de temor me dieron ganas de darle un abrazo.
-Te tuve que traer arrastrando al piso porque el ascensor esta fuera de servicio (murmure serio) así que vamos a la cocina a que tomes un poco de café y algo para que no te duela tanto la cabeza dentro de unas horas -murmure mientras me encaminaba a hacer café.
–
2 horas después.....
Me levante de un salto al escuchar sollozos de la habitación de Willy, salí de la mía y fui a la suya, me lo encontré retorciéndose en la cama, golpeando a alguien invisible, lo sacudí pero no me hizo caso, apenas logre esquivar un puño que iba directo a mi cara, lo agarre de las manos para evitar mas golpes. Abrió la boca para gritar pero todo lo que se escucho fue un sollozo desgarrador que hizo apretar mi corazón con miedo, susurraba cosas demasiado bajo para saber lo que decía, lo sacudí un poco para tratar de despertarlo pero el no hacia caso, me quede sorprendido cuando con un movimiento rápido me hizo quedar debajo de el y sus manos sostuvieron las mías y su boca se acerco a mi oído.
-No lo hagas -susurro.
Cerré los ojos al sentir sus labios sobre los mios, jadee sin poder contenerme y me restregué contra el, como el lo hizo conmigo, los ruidos que salían de sus labios me volvían mas locos y me encontré sosteniendo su cabeza para evitar que se aleje de mi, escuche un jadeo de sorpresa, Willy estaba sentado encima mio sorprendido y con la mirada confusa pero con un brillo de deseo, una sonrisa perversa se extendió por su cara antes de volver a sentir sus labios sobre los míos.
-Willy para – le suplique cuando sentí que comenzó a dejar pequeños mordiscos por mi cuello, sentí su sonrisa antes de que un estremecimiento corriera por todo mi cuerpo, su mano fría corrió por toda mi cintura llegando a la hebilla de mis jeans, inspire cuando su mano froto mi erección por encima del jean.
Lo aleje de mi de un empujón y me pare sintiendo mis piernas como gelatina, fui empujado a la pared sin poder reaccionar, quede de espaldas a el con las manos en la espalda sostenidas por las de el y temblé de deseo cuando su lengua toco el lóbulo de mi oreja.
-Hay Vegetta, Vegetta -comento divertido
-Willy deja de bromear tío -le dije apretando los dientes para evitar que mi cuerpo se amoldara al suyo.
-Tu empezaste algo que no quieres terminar (susurro con un suspiro) pero si no lo hace tu lo haré yo -comento mordisqueando mi oreja con movimientos sensuales.
No pude evitar que mi cuerpo se hiciera hacia atrás y que buscara su calor, sentí su piel contra la mía donde se había movido mi camiseta, un gemido se me escapo sin que pueda contenerlo, en unos minutos estaba gimiendo incoherencias mientras el me masturbaba, su erección se restregaba contra mi.
-Guillermo -fue la única palabra que se vino a la mente cuando un orgasmo rodó a través de mi haciéndome ver puntos blancos detrás de mis ojos cerrados.
