¿Qué tanto necesita el dinero? Se preguntó Hongjoong una y otra vez, estaba a mitad de semana, no le habían pagado en su trabajo desde hacía dos semanas (su pago era semanal) y aún faltaban 3 días para que le dieran su prometido cheque. Pero necesitaba el dinero.
Necesitaba pagar la renta de su habitación, se había atrasado en el último pago y pensó que podría saldar su deuda cuando recibiera su cheque con sus bonos de puntualidad, pero vaya, dos semanas sin ellos. Su edificio había cambiado de administración y eran más estrictos que sus anteriores renteros, no podía pedirles más tiempo. Ya había gastado el dinero de su despensa en pagar la mitad de la renta, pero ellos lo querían completo porque su amigo Mingi había roto la puerta (un accidente) y ellos habían tenido que arreglarla, ya lo veían como un delincuente.
Y estaba a punto de convertirse en uno.
Caminó unas cuadras, como a 10 minutos caminando de su apartamento, y buscó con la mirada la primera tienda de conveniencia; lo pensó mucho, merodeo para revisar que no hubiese mucha gente para cuando tuviera valor, cruzó miradas con el chico que atendía y se puso nervioso.
El chico era guapo, mucho, parecía amable y le sonreía a todos los clientes, cuando cruzaron miradas el chico le sonrió y Hongjoong se alarmó, si iba a hacerlo no podía permitir que ese chico guapo lo identificara. Suspiró y apretando una navaja suiza en su bolsillo, entró a la tienda.
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El primer día de trabajo de Seonghwa estaba yendo excelente, el gerente era amable, los clientes le sonreían y agradecían sus atenciones, y había un chico fuera de la tienda merodeando, le parecía guapo, era rubio y calculaba que era más bajo que él, caminaba de un lado a otro nervioso, como decidiendo entrar o no. Cuando sus miradas se cruzaron Seonghwa le sonrió, el chico apartó la mirada rápidamente, Seonghwa rio pensando que tal vez era tímido. Siguió revisando la caja registradora hasta que escuchó la puerta abrirse. Levantó la mirada con una sonrisa, pensando que aquel chico por fin se había decidido entrar.
Después todo sucedió muy rápido, vio al chico, pero su semblante era duro, frío, aterrador; la sonrisa de Seonghwa se desvaneció y se puso pálido, iba directamente a él, se quedó helado en su lugar. Su mirada viajó a las manos ajenas, una de ellas sostenía un objeto, sintió su ritmo cardíaco explotar.
Hongjoong trató de tomarlo de la camisa, pero Seonghwa le tomó de la muñeca con ambas manos para alejarlo. El más bajo levantó la otra mano con la navaja y el vendedor, asustado, también lo tomó del cuello de la camisa.
La cabeza de Seonghwa daba vueltas, el chico era fuerte y ágil, sintió que iba a llorar, no podía perder su trabajo, no podía permitir que el chico robara la tienda, no podía permitir que le hiciera daño. Sin saber nada más, hizo lo primero que se le vino a la cabeza.
Hongjoong vio cómo la expresión del chico cambió del terror a una mueca extraña como incomodidad y luego sintió cómo lo jalaba hacia él. Estaba confundido y tal vez era porque el chico era más alto que él, pero terminó inclinándose hacia el chico. Y sintió los labios del otro sobre los suyos.
Seonghwa logró acercarlo y lo besó, presionó sus labios con fuerza y se aferró a su nuca; luego de unos segundos el chico se relajó y le correspondió el beso. Seonghwa aflojó su agarre y simplemente dejó que el chico le siguiera el ritmo; cambió el ángulo de su rostro, lo sintió inclinarse más a él y cómo bajaba los brazos, bien, de alguna forma todo estaba saliendo bien.
Seonghwa, ya cómodo con el beso, se permitió separarse un poco y jadear por la falta del aire, lo que le permitió al ladrón atrapar su labio entre los suyos; aunque se sobresaltó al principio, Seonghwa pudo seguirle el ritmo y aceptar la lengua del otro en su boca, estaba caliente, sentía la lengua ajena acariciar la suya e incluso recibió una pequeña mordida en el labio inferior que respondió gimiendo y chupando la lengua de su agresor.
Cuando se separaron no supieron qué hacer, Hongjoong miró confundido al guapo chico de cabello negro frente a él, trató de decir algo pero terminó yéndose rápidamente. Seonghwa ni siquiera trato de detenerlo, estaba temblando del miedo y gusto, aquel beso lo había dejado débil y la situación lo había traumado un poco.
Suspiró aun temblando, aclarando su garganta y se dio a la tarea de contar el dinero de la caja registradora para meterlo a la caja fuerte. Por si acaso.
Ya fuera de la tienda y en un callejón a una cuadra de distancia, Hongjoong se reprendió a sí mismo hasta el haber nacido. Primero, por haber intentado robar una tienda; segundo, por haberlo hecho mal; y tercero, por haber besado al cajero y que le haya gustado tanto.
Pasaron 30 minutos en los que Seonghwa guardó el dinero de la caja, consiguió un bate de béisbol y lo puso junto a su puesto, bebió un jugo para subir su azúcar y casi lloró por haber pasado de un buen día a uno completamente bizarro. Ya nadie entraba a la tienda y lo agradecía, sus nervios estaban crispados, no se sentía tranquilo y el rostro del chico seguía intacto en su mente.
La puerta sonó y Seonghwa tomó el bate por instinto, el chico era el mismo, pero esta vez, al ver a Seonghwa con el bate levantó ambas manos para evidenciar que no llevaba nada consigo e iba en son de paz.
-Yo... lo siento mucho- los nervios de Seonghwa se dispararon al escuchar su voz, era sexy, no profunda ni aguda, era tranquila y cálida, nada comparado a lo que le había hecho sentir a Seonghwa media hora antes.
-¿Qué haces aquí de nuevo?- alcanzó a decir sin tartamudear, ninguno se movía, estaban alerta y Seonghwa empuñaba el bate listo para noquearlo; Hongjoong dio un paso pequeño que Seonghwa siguió con la mirada y su confiable arma.
-Yo, venía a disculparme... me desespere, no sé en qué estaba pensando, lo siento- ¿cómo le crees a alguien que acaba de intentar asaltarte? ¿Por qué había regresado? Seonghwa apretó los labios sin quitarle la mirada de encima, sin el semblante aterrador y la navaja se veía normal, atractivo y algo lindo, trató de regular su respiración mientras apretaba el bate.
-Me llamo Hongjoong... si quieres... llama a la policía- se le veía afligido, Seonghwa asintió sin saber por qué. Hongjoong seguía mostrando sus manos, se había acercado un paso, pero no era conveniente hacerlo más; le dijo su nombre para darle más confianza, aunque si llamaba a la policía estaba perdido.
-¿En serio solo vienes a disculparte?- Hongjoong asintió.
-Y porque... me besaste- las mejillas de ambos se enrojecieron, Seonghwa bajó la guardia (y el bate), evitando la mirada de Hongjoong.
-Sé que es pronto para hacer bromas, pero... vengo a robar tu número de teléfono- Seonghwa no pudo resistir la risa. Hongjoong se quedó sonriendo al escuchar al otro, se veía más lindo de esa manera.
Obviamente Seonghwa no le dio su teléfono, pero eso no le impidió a Hongjoong ir todos los días a la tienda y robarse poco a poco su corazón.
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No quería hacer este oneshot muy largo porque tengo otros pendientes y porque en realidad no da para mucho 🤔 espero les guste a quien lo lea, bye bye~
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Ladrón que roba a ladrón [SEONGJOONG]
FanfictionHongjoong esta desesperado, necesita dinero; Seonghwa esta desesperado, necesita el trabajo. ¿Qué haces cuando llega un ladrón a tu primer día en el trabajo?