Abrí repentinamente mis ojos al escuchar el escandaloso ruido de mi viejo reloj despertador. De ese modo empieza mi aburrida y penosa existencia.
Fastidiado y aún cansado, me siento al borde de mi cama y suelto un pesado bostezo mientras restriego mis ojos lagañosos para tratar de despertar. Poco después levanto mi trasero del colchón y camino hacia el baño para lavarme el rostro con agua fría.
Me dirigí a la cocina luego de esa pequeña rutina mañanera para prepararme una taza de café, encendiendo de paso mi viejo televisor para ver las noticias matutinas.
Desde lejos, mientras preparaba la cafetera, podía oír a los presentadores informando un asesinato que ocurrió en un barrio no tan lejos de donde vivo. Todo parece indicar que era un ajuste de cuentas.
Todos los días es la misma historia de siempre; reportan algunos crímenes, unos más fuertes que otros, luego hablan sobre deportes y, por último, cosas de índole nacional o internacional.
¿Es que no saben comunicar otra cosa?
Bueno, tampoco es que pueda pedir que pase algo distinto en esta ciudad.
Normalmente ignoro ese tipo de noticias, si no fuera porque en esta ocasión conozco a los criminales que mataron a aquella persona.
Y algo me dice que yo podría ser el próximo en poco tiempo.
Con mi taza de café preparada, me dirigí hacia mi viejo sofá para sentarme a observar la televisión sin ningún interés en particular.
Instantes después y sin ninguna explicación, comencé a recordar cosas de mi pasado. Últimamente me sucede mucho y tengo que decir que es algo molesto.
Mi vida se arruinó hace bastante tiempo, cuando mis padres murieron en un accidente de tránsito, dejándome huérfano a los nueve o diez años. Actualmente no consigo recordar bien sus caras, pero sí que se me vienen a la cabeza diversos momentos felices que pasé con ellos. Así que, puedo decir que tuve una bonita familia.
Aunque me haya durado poco tiempo.
Y poco después de ese incidente fui enviado a un orfanato. Tampoco tengo tantos recuerdos de esa época. Solo sé que nos maltrataban a mí y a muchos otros niños por cualquier motivo.
Más que un orfanato, diría que era un campo de concentración para menores.
Era común que los adultos nos enviaran a vender golosinas a las calles o a pararnos en los semáforos para pedir limosnas y el que no llevaba la cantidad suficiente era golpeado y mandado a su habitación sin comer hasta el siguiente día que pudiera conseguir la cantidad de dinero que ellos querían. Luego de un tiempo ese lugar fue clausurado y los administradores y personal, arrestados.
¿La razón? Les ordenaban a los niños de más edad a traficar polvos mágicos, por decirlo de alguna manera.
¿Y qué sucedió conmigo y con los demás niños que vivían allí? Pues nada. Como muchos de nosotros no tenían familiares cercanos entonces fuimos echados sin ninguna compasión.
Desde entonces viví en las calles. Sobrevivía asaltando pequeñas tiendas y hurgando entre la basura para encontrar comida.
Después de eso pasaron más de cinco años y tengo que decir que mi vida no ha cambiado mucho, la verdad.
Creo que no tuve una linda infancia, ¿no?
En cualquier caso, actualmente vivo en una vieja caravana que logré encontrar en un muelle abandonado, el cual también sirvió como parque de diversiones hace un tiempo y, para mi suerte, esta caravana aún cuenta con algunos servicios básicos, como luz y agua. También estaba equipada con algunos muebles y esta televisión. Supongo que la vida me puede sonreír de vez en cuando.
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Un Nuevo Comienzo en Otro Mundo
FantasyEthan, un joven que tuvo que sobrevivir en las calles tras la muerte prematura de sus padres, se convierte en un ladrón del bajo mundo. Sin embargo, se ve atrapado en deudas con la mafia. Su último intento de robo termina en tragedia cuando es abati...