conoceré a sus padres

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Y como todo buen idiota, vuelve a tomar la pluma con la esperanza de encontrar la sensación de "ama y ser amado" sabe que no debes hacerlo pero aquí vamos de nuevo ...

- Amor deja de moverte

- Deja que lo haga

- Pero no entra

- Déjame me acomodo mejor

- ¿ Así está bien?

- Si, ahora pon tu otra pierna en mi rodilla

- Pero se gentil

- Lo lamento te lastime con mi anillo

- Si, ten cuidados con esos dedos

- Listo ya esta

- Hahn ¡

- Que paso

- Cuidado con el borde, en esa parte soy sensible

- Pues estas putas medias veladas requieren llevar instrucciones, ¿lista para irte?

En ese momento la mire con ansias y ella al notar aquella mirad en mi semblante dio una vuelta lenta para mí, era toda una obra de arte, su falda, sus medias su blusa combinaban perfecto con su labial oscuro rojo mate, pero lo que le daba resolución a la imagen era su sonrisa perfecta.

- Los hombres son muy tontos, no viene en su manual poner unas simples medias veladas- refuto ella con su típico y hostil sarcasmo.

- Pues yo digo que se me verían mucho más sexis- intente refutar

- Pues bien señor piernas tonificadas, por que no te pones unas ...

- Pues primero no sé qué piensen tus padres y segundo odio los piropos callejeros y el que tú te pongas celosa ... no me gusta la idea- sí, eso fue un jaque mate a su encantador sarcasmo, y cabe agregar que lo ultimo lo dije en el tono mas marica posible.

- Te odio- dijo ella

- Te amo -sonreí yo.

Sonó la alarma de las 12 de la noche, esa que le avisó al enfermo escritor que tenía que dormir, seguía siendo un ser humano y el sueño no era una opción en sus necesidades básicas, sin embrago; la dama de aquel escrito, su perpetua musa lo acaricia con ansias y las teclas de su computadora se han solubles y deliciosas, quería comérselas con los dedos.

- Estas nerviosas? - pregunto ella, con la facilidad con que salen las preguntas estúpidas en momentos de presión o incómodos, aun no me decido que momento es este.

- Claro que no, la híper ventilación de mi cuerpo la causa la tranquilidad de mi mente, las manos me tiemblan de tanto masajearme de noche, ay el dolor intestinal es porque cocinas pésimo- lo solté de madraso, lo más probable era que se enojar , me pellizcar y prendiera un cigarro, pero no fue así, lo que sucedió a continuación fue que se iluminó sus hermosos ojos y me abrazo.


y los dos nos prendimos el cigarro.

y los dos nos prendimos el cigarro

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2020 ⏰

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