—Tenemos que hablar- había escuchado esa frase tantas veces- Deberimos dejar de vernos- era su segunda cita con esa chica y al igual que el resto, le terminaba con solo empezar la "relación".
Claro, la decente señorita frente a él, se había esperado al final de la velada. Cuando ya le había llevado al cine, ya habían comido en el mejor restaurante del pueblo, le había pedido nueva joyería...
Pero ni un puto beso.
Empezaba a creer que era mejor ir a una cita a un burdel, al menos a cambio de dinero y menos detalles, tenían un final feliz.
Pero ahí estaba, cayendo como siempre a la esperanza de tener un amante formal.
Y si lo recordaba bien, ¿El alcalde en el burdel? Peor aún, el burdel aún no tenía ni hora de empezar a construirse.
Que como buen alcalde corrupto que era, había prometido a su pueblo un lugar de entretenimiento y casó omiso hacía de sus promesas.
Tema que ahora en su mal de amores, le pesaba en la conciencia.
Una vez en casa, jaló el moño que adornaba su traje, para tirarlo al suelo sin ningún cuidado. Estaba cansado de la misma historia, como Alfa, hasta había salido con omegas, betas... y ahora, en medio de su desesperación empezaba a considerar salir con hombres.
Pero nunca, consideraría otro alfa, nadie podía ser más dominante que el alcalde.
Desanimado se recostó en su cama, tomando su teléfono y marcando un número que se conocía de memoria.
—¿Buenas?- la grave voz de Auron a través del altavoz le relajó con creces y perdiendo su fachada de orgullo, empezó a lloriquearle a su mejor amigo.
—Auron- la mocosa voz del pelirrojo se hizo notar en la llamada, seguido de un suspiro del contrario y sus pasos alejándose de donde se encontraba cuando tomó la llamada.
—¿Otra chica te dejó?- no necesitaba afirmación, pues el fingido llanto había incrementado, dejándole casi sordo.
—¿Qué va a ser de mí? Nadie me quiere Auron, solo te tengo a ti- tomó la pañoleta de su bolsillo izquierdo para sonarse un poco los mocos —A mi mano derecha- secó sus lágrimas, teniendo cuidado con sus largas y estéticas pestañas.
—Por supuesto que me tienes, compañero, pero no homo- recibió una risa de su amigo, pues a pesar de saber que la intención de sus palabras no era más que una fortalecida relación de casi hermanos, los rumores de que había escenas para adultos dentro de la oficina del alcalde junto a su mano derecha, corrían por el pueblo como pan caliente.
—No, no quisiera que Monica me dejase inválido con un miembro menos- la risa del contrario hizo eco en el cuarto donde se había alejado para poder hablar tranquilo —Por cierto, ¿Cómo esta tu mujer?- si recordaba, últimamente la amargada mujer beta había estado con un comportamiento cruel y aislante contra todo el que se acercase a 10 metros de su rango, incluyendo a su esposo.
—Tio, no me vas a creer- se notaba la emoción en sus palabras, ¿Por primera vez su mujer no había vomitado después de besarle? —Voy a ser padre- se había quedado sin palabras.
—¡Auron! Vaya, hombre, felicidades campeón- al menos ese día tenía una buena noticia.
—Gracias Lolo, al parecer mi niño era el culpable de los cambios de humor de mi mujer- desabrochó sus zapatos, sosteniendo su teléfono con su mejilla y hombro, sus cabellos caían sobre su frente, la cascada de tomos cálidos se balanceaba por reacción a los movimientos del ojiverde.
—No es extraño, es bien sabido que los cambios de humor y ascos, son indicios de un embarazo... No eras tu, amigo- aguanto su risa mordiéndose el labio inferior, soltando su carcajada al escuchar el bufido de su amigo.
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Demasiado pronto // Lolito - Karmaland
FanfictionLolito, quien ya a sido rechazado por la mayor parte de mujeres en el pueblo, se resigna y prefiere apoyar a su querido amigo Auron, quien tendra una familia. -Nunca te traicionaría, mi mano derecha-.