Les contare un poco del escritor, su aspecto físico es redundante, tan poco común, vacío y oscuro como poe, y tan desteñido, loco y desordenado como Mozart. Su vida era tan normal como aburrida en excepción de cuando escribía y también en aquel día cuando esa carta apareció:
¨para mi corazón basta tu pecho, para mi libertad bastan mis alas¨
- Pablo Neruda, poema 15,¨20 poemas de amor y una canción desesperada¨,1924.
Un pedazo de papel cortado de aproximadamente 13x10 cm, contenía este fragmento del ilustre poeta, un poco de perfume, letra perfectamente cursiva y, lo mejor de todo, no era un fragmento de su libro, era tan real como la última campanada del día, en aquella cárcel la cual llamaban escuela.
Segundo día.
Había pasado ya una semana desde aquella notita, nuestro escritor estuvo a punto de bajar la guardia, ya al parecer la broma o la locura por la razón que se escribiera aquella carta había desaparecido, hasta que...
¨la princesa esta triste, que tendrá la princesa
Los suspiros se escapan de su boca de fresa¨
La sonatina, Rubén Darío, 1986
Listo, ya era más que obvio, se había metido con Rubén Darío... esto ya era personal.
Empezó la investigación; las cartas llegaban a su escritorio después del receso, lo curioso es que su escritorio quedaba cerca de la puerta, localización que el escritor usaba para respirar oxígeno y no dióxido de carbono reciclado de alguno de sus compañeros, antes aclaremos algo; el escritor no odiaba a sus compañeros, odiaba el mundo en general, no por su corrupción y maldad, era solo porque no se parecía a sus escritos...
Pero bueno ese no es el tema, el tema es que casi todos pasaban por su asiento antes de salir a receso, entonces podría ser cualquiera, la pregunta es cómo saber quién. Lo más lógico era hacerle una emboscada a la persona (por la cual el escritor rezaba que fuera mujer) pero recordemos algo, nuestro escritor no es lógico, así que mi querido lector, espera lo peor.
¨Necesito terminar mis escritos, ya tengo cigarros y café... solo me faltas tú¨
LUX
Esta era una nota de respuesta de nuestro querido escritor, tal vez esto hubiera alejado al remitente desconocido, pero no, el remitente al ver o saber que LUX era la firma de nuestro escritor decidió responder con la primera nota de su autoría que decía:
¨ no tocarías mi cielo por un poco de tu suelo, más en mi pedestal de vida tus versos me dan consuelo¨
Anónima.
Lo sorprendió bastante la soberbia de aquel escrito, no le molesto, por todo el contrario despertó su interés de una manera atónita, ¨es una semidiosa¨ pensó.
Bueno primero debía descartar que se tratara de una mujer, se preguntaran porque tantas dudas y no es que nuestro escritor haya tenido experiencias de aquella manera, o bueno no me las permite contar...
Solo diré que es muy prevenido y con todo el respeto debía averiguar su orientación sexual, así que busco la forma más literaria y extrovertida de preguntarle su sexualidad, desinteresadamente de sus intenciones:
¨ mantendré alto el calibre de la conversación y en sacrificio de esta acción, mi querida diosa dame tu aprobación y una respuesta sin vacilación.
¿Eres mujer? ¨
LUX
Les juro que yo también lo hubiera golpeado pero soy el narrador y mi presencia es tan real como la paz mundial, la unión por un ideal, y las cuotas moderadas de un banco...
Total, nuestro escritor a pesar de ser un pendejo obtuvo su respuesta, tal vez, esa era la pendeja indicada para el:
¨por piedad a la misma humanidad y a los deseos de la misma, con tus dulces versos has logrado mi carisma.
Soy mujer, tarado.¨
Anónima
Desde aquel entonces a nuestro escritor le costaba un verso tener algo de información de aquella diosa del olimpo, aunque más bien tenía la soberbia de una diosa nórdica y en base a
su relación la cual no sé cómo llamarla así que digamos que era una relación netamente literal, literalmente.
Hasta que un día no hubo carta, ni verso.
Segundo día de la misma manera.
Tercer día.
En ese tercer día el escritor callo en cuanta de dos cosas, o se asustó con su último verso, o estaba enferma.
Pregunto a el maestro que se encargaba aquel día de tomar asistencia, quien había faltado los últimos 3 días seguidos.
Su respuesta fue tan atónita como confusa, curiosamente aquel maestro era el de literatura y re respondió con simpleza: -tu contrincante-
Oh claro, mi contrincante, pero quien carajos es...
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entre la realidad y la ficción
Romance¨no me encuentro perdido en la vida, sino en las letras que me han mostrado que la vida es dura y que la realidad y la ficción por si solas son aburridas, pero unidas por el lazo del amor encuentran entretenida mi vida. la dualidad de las vidas no c...