Capítulo 11 "Planes peligrosos"

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Capítulo 11 "Planes peligrosos"

(+++)

Amaya me miró entre curiosa y dudosa.

— ¿Haciendo lo que he dicho?

—Sí, exacto.

De repente no pareció tan convencida.

—Podríamos tener muchísimos problemas por esto.

—No nos van a descubrir.

Seguía sin verse tan convencida luego de haber sembrado la semilla del mal en mi mente. A sabiendas de que no éramos amigas la tomé por los hombros y la giré hacia mí. Quedamos una frente a la otra.

Amaya dejó el computador a un lado de nosotras.

—Mmmm.

Me coloqué en posición de indio.

—Necesitamos videos de todo lo que ha sucedido, —le expliqué, —solo tenemos que encontrar...el cuarto de seguridad. Luego hackeamos la página y subimos los videos.

Amaya chasqueó la lengua.

—Si dejan de donar dinero nosotros seremos los perjudicados, —reflexionó, —el lugar se irá a la mierda y nosotros seremos transferidos a una cárcel normal.

—No entiendes, —me acomodé mejor, —lo que digo es que clasifiquemos la página clasificada.

Amaya formó una mueca con la boca.

— ¿Te estas drogando? —Inquirió con rareza, —porque no entendí nada de lo que dijiste.

— Me dijiste que solo los elegidos pueden ingresar a la página del hospital, —ella asintió con cara de que no entendía nada, — ¿Qué tal si solo elegimos al Rector para que vea las publicaciones?

—Así como...que él crea que todos las ven pero en realidad solo es él...

—Sí, exacto...no se luego... provocamos un apagón o algo. Para que no haya comunicación al exterior por un buen rato y...

—Y que lo inunde el pánico, —terminó por mí, mas entusiasmada, —luego se dará cuenta que todo fue una bromita.

—Exacto.

— ¡Eres fantástica!

Los ojos de Amaya brillaron con genuina emoción. Vale. Era la primera vez que la veía tan feliz con mi presencia, con mi voz, con mis planes.

Era peligroso, lo sabíamos, pero también...entretenido.

— ¿Cómo vamos a convencer a los de informática? —Me preguntó Amaya de repente, — ¿Cómo vamos a conseguir esos videos?

Bueno, la verdad no tenía una respuesta para eso.

Entonces sucedió.

Nuestra compañera, la que solo había hablado una vez conmigo y ninguna con Amaya, la que ni siquiera recordaba seguía ahí, se pronunció:

—Yo tengo los videos de seguridad.

Giré mi cabeza hacia ella de golpe. Ella nos mirada. Una sonrisa burlona cruzó demasiado rápido por sus labios. Un celular colgaba de sus manos.

Amaya parecía haber visto un fantasma.

—Ay...pensé que era sorda, —soltó Amaya, pasmada, —has...

— ¿Qué si te he escuchado teniendo sexy con el pelirrojo? —La interrumpió la chica que no hablaba, —cada tortuosa noche.

—Je, je. Lo siento.

RITTER ©✔️ (YA EN FISICO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora