Steve ni siquiera sabía que esa habitación existía, la sala blanca con el enorme ventanal, a pesar de la falta de muebles y su libre extensión, resultaba acogedora, distinta del resto de las habitaciones lujosas y modernas en la mansión.Quizás por el atardecer que a esa altura atravesaba los cristales creando sombras contra las paredes, consiguiendo un ambiente perfecto, o tal vez sentía eso por el piano de cola negro que yacía en medio causándole curiosidad, o podría ser la melodía triste que era tocada.
Y Tony Stark era quien estaba tras el piano, moviendo los dedos sobre las teclas, balanceando su cuerpo con lentitud, con los ojos cerrados y una expresión llena de melancolía.
Hacía fluir la triste música por todo el espacio, provocando que el corazón de Steve saltara extrañamente dentro de su pecho.
Permaneció en la puerta, apreciando el arte, reconociendo que todo en aquella habitación era arte, un arte hermoso, un contraste único, difícil de explicar con palabras, causando que Steve decidiera permanecer en silencio.
La luz se reflejaba sobre el oscuro cabello de Tony, las conmovedoras notas y su expresión hacían que Steve pensara, no primera vez, pero si, con mayor certeza, que Tony Stark era hermoso.
Steve había estado buscando un lugar tranquilo para pensar, para tomar el lápiz y moverlo sobre el papel esperando encontrar las respuestas que necesitaba a preguntas que lo mantenían despierto cada noche, pero sin saber había encontrado algo mucho mas significativo.
Los minutos pasaron y Steve era incapaz de apartar la mirada, pero al final salió de la habitación sin que Tony hubiera notado su presencia.
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Tony se sentía observado, sopló sobre la taza fingiendo enfriar su café, cuando Steve bajó la vista volviéndose a concentrar en su bloc de dibujo, Tony lo estudió de reojo, el rubio había comenzado a mover el lápiz otra vez como llevaba haciéndolo aproximadamente cada cinco minutos.
Sospechar lo que podría estar haciendo lo hacía sentir un poco tonto y presumido, pensando que quizás era demasiado engreído, seguramente estaba equivocado, después de todo, no tendría ningún sentido que el capitán américa estuviera dibujándolo, sin embargo, ojeo su alrededor, extrañamente esta mañana todos de alguna forma habían terminado en la sala de estar viendo una película después del desayuno y nadie parecía haber notado la atención con que Steve lo veía.
En los últimos días Tony había notado el cambio en el rubio, sus ojos parecían seguirlo más de lo normal.
Suspiró depositando la taza en la mesa de centro para después apartar la manta de su cuerpo y ponerse de pie, él era curioso por naturaleza, cuando llegó frente a Steve, este estaba completamente inmerso en su dibujo, por lo que asomó la cabeza un poco queriendo obtener un vistazo.
—Cap, ¿qué es lo que dibujas con tanto afán?
El rubio se sobresalto, Tony aprovecho para tomar el cuaderno.
Si, su suposición era cierta, Steve realizaba un dibujo de él, el trazo resultaba hermoso, cada detalle perfectamente capturado, las líneas de expresión en su rostro, su desordenado cabello, los nudillos junto a las líneas de sus dedos mientras sostenía la taza, sus labios en una ligera sonrisa, su barba, apoyado en el sofá con la vista fija en algún lugar.
Se sintió profundamente halagado por el esmero en ese dibujo.
Cuando apartó la vista del cuaderno descubrió que el rubio lo miraba expectante y ligeramente sonrojado por verse descubierto, Tony se percató de la profundidad en sus ojos azules, y sin saber porque también sintió sus mejillas enrojecer.
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Piano
FanfictionSteve ni siquiera sabia que esa habitación existía, la sala blanca con el enorme ventanal, a pesar de la falta de muebles y su libre extensión, resultaba acogedora, distinta del resto de las habitaciones lujosas y modernas en la mansión. Quizás por...