En Camino

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Al salir del hospital no paso mucho para que Jesús apareciera para recogerme en un auto, era un Audi A1 de un color negro, se veía un poco descuidado pero no es algo que le mucha importancia, el auto se detuvo justo al frete de mi, abriendo la puerta a su vez que un hombre de alrededor un 1.78 cm se bajo del auto, ojos oscuros, el cabello con una especie de copete algo caído y con unos cachetes algo grandes dando una pequeña impresión algo cruel pero divertida a la vez del personaje Quico de una antigua serie de mi infancia ese era uno de sus apodos de aquellos tiempos. Pero eso ya es otra historia ademas no es el momento correcto para hablar sobre eso, el se me acerco estirando el brazo para poder estrechar la mano, habían pasado unos 7 años desde que nos veíamos, teníamos una gran cantidad de cosas que hablar por tanto tiempo perdido pero por desgracia no era el mejor momento, al darle mano me dijo:

-Nathan, a pasado tiempo...... Pero no creo que sea prudente perder tiempo socializando, vamos sube.

Me soltó al decirlo y casi al instante señalo a su auto, solo asentí con la cabeza y dando pasos un poco largos en dirección al auto, abrí la puerta derecha e ingrese al auto cerrando la puerta casi de inmediato. 

-No me digas Nathan por favor, dime Aless  y te agradesco por ayudarme en esta situación 

-Deacuerdo Aless y no es nada, vamos no tenemos tiempo que perder.

Cuando ingrese al auto en el asiento del copiloto lo primero que note fueron que los asientos parecían nuevos o solo estaban muy bien cuidados, bueno no le di mayor importancia a eso solo me quede sentado en silencio mientras el comenzaba a conducir, me encontraba un poco somnoliento y en algún momento del viaje me quede dormido, cuando Jesús encendido el aire acondicionado desperté, cuando estuve a punto de volver a caer dormido Jesús me empujo con su codo para poder platicar un poco mientras llegábamos a las instalaciones de Kinect.

-Se que esto es difícil para ti, pero creo que esto sera lo mejor, y aunque me equivoque, tu hija podrá salvarse sin importar el resultado, aunque no vuelvas tus padres se podrán ocupar muy bien de ella y mas con el dinero que obtendrán o eso opino yo.

Al decirlo parecía algo inexpresivo  mientras conducía, pero no me podía quejar siempre a sido así,  aunque es algo serio era divertido convivir con el. 

-No te destacas por ser el mas sensible verdad, no has cambiado casi nada, pero bueno.....  No se si sea lo mejor en realidad, no se que pueda ocurrir es cierto que el dinero sera muy útil pero no se si estoy perdiendo mas de lo que puedo ganar, porque si no regreso es posible que Megan y mis padres me terminen odiando, me asusta no saber que podría pasar al estar allá.

-Ya veo....... bueno no te preocupes, solo piensa en que volverás, eso ayudara mucho, tu no perderás nada, tu vas a regresar, eso tenlo por seguro.

-Te contradices solo pero es reconfortante poder entablar esta conversación contigo, gracias me siento un poco mejor .

Al oír esas palabras me alegro un poco el día, o simplemente hizo una quimera con mis pensamientos, no lo se, pero es verdad volveré de cualquier forma, cueste lo que me cueste, sin importar nada eso haré es una promesa, todo lo pensó mientras veía por la ventana al cielo.

Al cabo de unas 2 horas de viaje por fin llegamos a nuestro destino.


 El auto fue detenido por 2 personas vestidas con un traje militar color azul oscuro, uno de ellos toco la ventana del conductor, lo que hizo que Jesús bajara le ventana.

-¿Pasa algo oficial?

Mientras Jesús hablaba yo solo podía quedarme callando y viendo al otro oficial que tenia un espejo al final de un tuvo metálico, el cual se usa para ver si el auto tiene bombas debajo del auto.

Nos tuvieron retenidos unos pocos minutos los que me parecían una eternidad, una vez pudimos seguir un edificio de unos 30 pisos era muy visible.

-¿Asustado?

Me  pregunto Jesús aun que respondiera con un de la forma mas seria el sabría que estoy miento, por lo que opte en quedarme callado mirando al frete viendo como terminábamos de llegar al edificio donde Jesús me dejaría para aceptar el trabajo y el volvería al hospital a explicarle a mis padres lo que planee hacer. Sinceramente no se si sea lo mejor, pero ya no puedo puedo arrepentirme ya estoy aquí, solo espero que todo salga bien, en aquel momento alce un poco la vista mirando al cielo al verlo me asombre y sonreí, por que recordé la promesa que me hice unas horas atrás, puede que solo sea una simple esperanza sabia que me incentive yo mismo para no percibir el temor que realmente tengo, no podía dejar de plantearme esa pregunta a mi mismo, aunque solo fueron 30 segundos, parecieron minutos, reaccione al momento en el que el auto se detuvo.

-Bien, ya es hora......

Al descender del auto voltee para despedirme de Jesús pensando que el también había bajado, pero no era así, cuando baje un poco la vista le pude ver el rostro por la ventana que deje abierta, pude alcanzar a ver como ponía una sonrisa leve, yo estaba un poco extrañado al ver eso, cuando le iba a pedir que saliera de su auto para que nos pudiéramos despedir, el arranco y se fue sin mas, ni una palabra, ni nada.

No dije nada solo permanecí en silencio viendo como el se iba alejando en su auto negro, cuando el auto ya no era visible solo suspire lentamente, alce la vista al cielo nuevamente a la par de que inhalaba, me relaje voltee y empece a caminar a la puerta la cual era mas grande que yo siendo de cristal completamente con un mango de metal que resaltaba, al posarme al frete de la puerta no era posible ver a nadie, parecía estar solo, los asientos y el mostrador estaban vacíos, pensé que esta cerrado, tome el mango de metal y la jale, sonando la puerta de forma brusca pende que tumbaría la cristalera que tenia lo que generaría un gasto mas grade y ese si seria mi fin, al pasar un minuto pensando que estaba cerrado, lo cual creía que imposible pero mis ojos no me podían mentir todo estaba vació.

-Lo que faltaba. 

Fue lo único que dije de forma muy fría tratando de mantener la calma, me senté en el suelo y viendo el cielo me preguntaba muchas cosas entre ellas, resalto una.

-¿Por que tiene que estar pasando esto?

Me sentía vació, sin vida, sin esperanza y sin fe alguna, no sabía si irme o quedarme sentado sin hacer nada solo podía pensar en la cara de decepción de mis padres y rostro de mi hija al saber que no volvería a casa, me sentía triste pero ni una lagrima brotaba, no sabía el porque pero era molesto cuanto menos, era una sensación parecida ahogarme en mi interior, aunque físicamente no estuviera llorando mi corazón y mi alama estaban nadando en un mar de lagrimas esperando ahogarse y descender hasta el fondo sin posibilidades de volver a emerger al exterior, había tocado el mayor de los fondos.

Sin darme cuenta que el teléfono había sonado, había recibido un menaje el cual contenía una audio, el numero no aparecía registrado, no le di importancia y le di a reproducir, al principio solo se escuchaba el viento chocando con el micrófono, ese sonido inconfundible de ventisca a los segundo fue que una voz resonó.

-*Hola, pues solo quería decirte que te deseo suerte, no se que se sentirá estar en tu posición pero lo único que puedo hacer es apoyarte, se que te deje ahí sin mas y con las misma que te lleve me fui, se que te hiciste esa pregunta, el porque me fui así lo pude ver en la expresión que tenia tu rostro, pues es fácil de responder, nunca fui bueno para las despedidas y lo vi innecesario, para que me voy a despedir sin un motivo verdadero, se que nos volveremos a ver, solo las personas que no saben cuando se podrán volver a reencontrar con alguien se dicen adiós, por eso no lo hice por que lo nuestro seria mas un ''hasta pronto'', voy en camino al hospital para informarle a tu familia, recuerda que todo esta perdido cuando te pierdes a ti mismo, se que ese consejo te servirá en algún momento, solo tienes que creer en ti y en que todo saldrá bien, ¿porque si no es así porque estas allá?, no respondas hasta que vuelvas, cuídate*-

Aunque eso me subió el animo, no sabia que hacer si la puerta no abría. En aquella incógnita pude razonar algo que si llegaba a ser lo que creía me sentiría mas que triste como un estúpido, me acerque nuevamente a la puerta, cuando fui a tomar el mango me quede estático unos segundo, pero puse mi mano derecha en el mango, no sabia si funcionaria no veía a nadie dentro por esa razón al no poder abrirla cuando jale no pensé siquiera en intentar empujarla, cuando aplique un poco de fuerza la puerta comenzó a abrirse, dejándome ver a una increíble cantidad de gente caminando de acá para allá y viceversa, estaba asombrado si por fuera no se veía a nadie, sin comprender nada camine al mostrador, preguntándole a la señora que se encontraba sentada allí.

-Disculpe........

No era de extrañar que estaba nervioso, pero no encontraba las palabras para poder decirle como podía ingresar al programa pero antes de que pudiera articular alguna palabra mas ella me dijo.

-Parece que tarde 10 minutos en entrar y si los cristales no estuvieran reforzado cabe la pequeña posibilidad de que fueras destruido una puerta, ok, si quieres acceder al programa tome asiento, yo me comunicare con los asesores y alguien pasara por ti, por déjeme su nombre.

-Nathan....... eso es mi nombre.

Le respondí casi a regañadientes no me gustaba mi nombre, pero eso no importa ahora, mientras le agradecía caminaba hacia una silla desocupa, me decante por una que estaba pegada a la pared, nada mas sentarme, me sentía un poco mas aliviado, aun no comprendía lo de la puerta de cristal pero no me importaba ya, al pasar unos 5 minutos caí dormido no se por cuanto tiempo, solo se que una persona me despertó, era mujer de pelo castaño, ojos cafés, tenia una camisa roja y una falda negra y unos tacones des mismo color negro, llevaba como especie de lista en la mano.

-Disculpe, pero podría seguirme, Señor Nathan.

continuara


 

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2020 ⏰

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