Las horas pasan muy lentamente. No tolero estar ni un minuto más en este lugar. A cualquier parte que volteo a mirar hay oscuridad, pero esperen, veo algo, es una llama de fuego que poco a poco va adquiriendo más color. ¿Será el fin de mi destino o el inicio de uno nuevo? Tendré que averiguar. *Crak* sonaron las cadenas. Estas malditas cadenas llevan tanto tiempo en mis muñecas que ya están formando parte de mi piel. No me queda mucho tiempo, tengo que salir de aquí antes de que la locura me gane y esas llamas son la salida, de eso estoy segura.
Se acerca alguien, puedo sentirlo. ¡Diablos! ¡Las llamas desaparecieron! ¿¡Ahora como voy a salir de aquí!?
Está parado justo al frente de mí, ni siquiera tiene la decencia de disculparse por hacer que mi única oportunidad de escapar desapareciera. No puedo verle el rostro, pero sí la silueta y se me hace muy familiar. No hace ni un solo movimiento, apenas lo escucho respirar. Es difícil que me acerque a él por las cadenas, pero… ¿Por qué esta aquí? ¿Por qué esta mirándome? ¿Será que me tiene miedo? Si esto último fuera verdad, no sería novedad. Antes de estar aquí, la gente solía temerme y era algo que me encantaba.La luz volvió a aparecer, pero esta vez sin llamas. Puedo verlo, está del otro lado de las rejas. Sonríe. No me había olvidado de él, éramos muy amigos. ¿Qué hace aquí? Este lugar no es para él. Nos quedamos viendo por un momento y me dijo “No te vayas”, baje la mirada, vi mis cadenas y le iba a decir que era imposible que me fuera pero desapareció.
¿A qué se refiere? No entiendo nada ¿A dónde iría si estoy atada a estas cadenas? Todo es demasiado confuso. Empieza a llover y me muero de frio.
“Ok, empecemos con el brazo izquierdo” *sollozos* “¿estará bien?” “¿Bob, tú crees que mejore?” *pinchazo*
No puede ser, esas voces de nuevo. Desde que estoy aquí siempre a las 12:00 am las escucho. Cada día dicen algo nuevo o son voces distintas pero todas familiares. No entiendo que pasa. Lo último que recuerdo es que estaba en mi habitación, entre dormida y despierta hasta que cerré mis ojos y cuando desperté me encontraba en este calabozo sujetada por estas cadenas como si fuera un delincuente o una bruja de los años 20 esperando una sentencia de muerte que (en mi caso) nunca iba a pasar porque ya lo he intentado en varias ocasiones pero cada vez que logro cerrar los ojos, siempre al despertar aparezco en el mismo lugar. Luego de 10 intentos de suicidio fallidos aquí dentro, me di cuenta que morir no era la solución a mi libertad; y al ver las llamas, tampoco. Es algo que hasta ahora no se me ha ocurrido hacer o algo que nunca he hecho. Pero ¿qué? He intentado todo. Desde romper de mil maneras posibles estas cadenas, hasta gritar a todo pulmón que me saquen de aquí pero nada. Nunca hay nadie (algo que me parece imposible ya que siempre escucho voces…) ¡Ajá! ¡¡Eso es!!! ¡¡Nunca he intentado hablar cuando las voces están presentes!! Esperaré.
Ya van a ser las 12, lo sé porque a esa hora es cuando el cielo está más oscuro de lo normal.
“¿Cómo esta ella?”
¡Aparecieron! ¡Llegó el momento!-HEEEYYY AQUÍ, POR FAVOR AYUDAAA- nada
-HEEEEEYYYY- volví a gritar“¿escucharon eso?” “si” “ok, esperen, hagamos silencio para escuchar mejor”
-AYUDAAAAA SAQUENME DE AQUÍ-
“creo que está pidiendo ayuda”
¡¡Me lograron escuchar!! No puedo creer que después de mucho, me logren salvar…Tengo miedo, de un momento a otro me estoy sintiendo débil, estoy viendo todo borroso, ¿Qué está pasando?...
Desperté y todo es blanco, ya no oscuro. Estoy en una cama no del todo cómoda pero es mejor que la madera de aquel calabozo. Hay luz, proviene de un foco en el techo. Volteo y hay dos personas al lado de mi cama. Son mis padres. Al otro lado está él, mi mejor amigo. Me siento feliz de verlos nuevamente. Todo este tiempo me encontraba en un hospital y la tristeza profunda que sentía antes de llegar aquí había desaparecido por completo. Por fin vuelvo a ser libre otra vez.