Capítulo uno

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Detrás de las montañas amarillentas el sol comenzaba a asomarse, permitiendo que los capullos, iluminados por sus rayos, se abrieran revelando flores de diferentes colores y tamaños.

El invierno estaba por llegar a su fin, y de la nieve sólo rastros quedaban. El agua poco a poco volvía a correr libre en los ríos, rompiendo los últimos trozos de hielo acumulados.

El aire aún era frío bajo la copa de los árboles que añoraban la primavera, pero donde las sombras no llegaban, el calor del sol brindaba calidez.

La primavera, a una semana de su llegada, marcaría el inicio de la época de apareamiento. Las parejas previamente unidas sólo experimentarían un calor más severo, pero los jóvenes que alcanzan su madurez sexual, debían elegir una pareja o corrían el riesgo de que otro macho o hembra gamma los tomaran sin su consentimiento.

Las parejas alfa de cada clan existente prestaban más atención a la unión de sus descendientes y solían esperar hasta el paso de tres celos para aprobar la unión de sus hijos con otros alfas o en su caso, omegas. La mezcla de especies tampoco era común, pero la naturaleza indulgente había permitido que cuando un alfa o un omega se unieran a un clan distinto, el omega en su primer parto traería al mundo a dos hijos. Uno de ellos pertenecería a la especie del alfa y el otro, a la especie del omega, para de esa forma no alterar el equilibrio.

En los últimos cincuenta años no se conocía una unión de esa clase. Los cambiaformas se regían por su instinto animal y la mezcla de presas y depredadores los hacía sentir incómodos al nivel de procrear. Aunque la unión no era común, la convivencia sí. De comunidad en comunidad, fueran o no fueran de su clan, miembros de diferentes grupos vagaban intercambiando, vendiendo o comprando diversas cosas que no encontraban en la zona donde vivían, lo que permitía una sana convivencia entre todas las especies.

Y ese año en especial, se había anunciado la unión entre tres clanes sobresalientes. El clan Yunmeng Jiang de los conejos que habitaban los prados silvestres, el clan Lan de los lobos que habitaban en las montañas nevadas y el clan Lanling Jin, de los tigres, que habitaban en el bosque. Los tres compartían fronteras.

Treinta años atrás, cuando la pareja de alfas conformada por Feng Mian y Madame Yu ascendió, nadie creyó que unos cambiaformas en los que habitaba el alma de un conejo podrían escalar hasta la tercera posición en la jerarquía dominada por depredadores. Pero con la implementación de los conocimientos botánicos que tenía el clan, pronto comenzaron a desarrollar remedios eficaces que acabaron con enfermedades que diezmaban las poblaciones, no sólo de los conejos, sino también de otros animales, ganándose el respeto y admiración del resto de los clanes.

Por su parte, el clan Lan siempre había estado en la cima de la jerarquía. Su gente, de belleza inigualable, dominaba el arte de guerra, de la música y del comercio.

Finalmente, el clan Lanling Jin, segundo en la jerarquía, enfocaba sus esfuerzos en dominar clanes más pequeños, que a cambio de protección, mandaban a la ciudad principal sus tributos.

Ese día, en medio de la niebla de la pradera, un escurridizo conejo negro rodó por la hierba, impregnándose con el rocío de la mañana. Su suave pelaje alborotado pronto fue uniendo sus hebras dándole un aspecto más pequeño.

El conejo negro que seguía rodando, topó con un árbol. Sus dientes apretaban una amplia hoja, que parecía haber sido mordisqueada. El árbol establecía el límite entre la frontera de los conejos y el camino que llevaba a las montañas nevadas, donde la primavera llegaba, pero su fuerza no era suficiente para deshacer el hielo acumulado por siglos.

Expandiendo la pupila, el conejo curioso olfateo el aire, moviendo su naricilla. Dio un salto y volvió a olfatear, alerta a los movimientos. Dio otro salto y el aire llevó un olor que ya conocía. En unos instantes el conejo negro había desaparecido y en su lugar un chico de diecisiete años completamente desnudo, se llevaba las manos a su alborotado cabello con pesar.

Sweet Rabbit [Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora