Dos llamas oscuras.
eso es lo que caracterizaba a ambos, lo que los hacia tan similares, lo que hacia que se entendieran como ningun otro lo haria.
El busca su anehelada venganza con los culpables de su sufrimiento.
ella el poder para derrotar a aqu...
Un grito de batalla resonó mientras un monstruo similar a un minotauro pero con cuernos y pelaje de cabra era dividido a la mitad y rápidamente se volvía cenizas.
Una gran batalla encarnizada con cientos de esos monstruos se estaba llevando a cabo en las inmediaciones del piso 49 del calabozo, un gran grupo de aventureros batallaba contra los monstruos, un grupo en especial correspondiente a dos hermanas amazonas, un Beastman Lobo y una espadachín de cabellos dorados eran los que estaban dando todo de si eliminando a una gran cantidad de ellos.
En medio de todo el asedio una elfa de cabellos color rubio dorado, ojos redondos color azules oscuros y orejas puntiagudas conjuraba su hechizo para apoyar a sus camaradas, lamentablemente el miedo pudo más al ver como uno de los suyos era golpeado con un garrote utilizado por uno de los monstruos y comenzaba a correr contra ella siendo la siguiente en su lista.
Al detener el conjuro el círculo mágico bajo sus pies desapareció cancelando el hechizo
-"Alguien.... Por favor"-
Pensó asustada cerrando los ojos esperando el dolor, pero solo una suave brisa la envolvió haciendo que abriera los ojos, delante de ella había una chica de cabellos y ojos dorados muy hermosa ataviada con una armadura de batalla y una espada plateada.
-¡Aizu-san!-
Exclamo con leves lágrimas en la comisura de sus ojos mientras la hermosa chica la volteaba a ver de reojo mientras el suave viento mecía sus cabellos y el monstruo desaparecía en cenizas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La batalla prosiguió hasta que no quedo ningún monstruo, pasaron unas horas hasta que llegaron a una zona segura del piso 50, las carpas de campaña estaban comenzando a ser colocadas en su lugar, los herreros que acompañaban a la familia asesina de gigantes golpeaban las armas con un martillo sobre un yunque mientras otros aventureros se encargaban de más labores destinadas a mejor la comodidad del lugar.
Un grupo conformado por varios aventureros en particular platicaba un poco apartados de los demás.
-¡Tranquila Lefiya, no fue tu culpa, un error lo comete cualquiera!-
Exclamo la amazona menor mientras trataba de mejorar el ánimo de su amiga.
-Pero fui.... una inútil en esa batalla-
Lamentablemente tuvo el efecto contrario del que esperaba lograr y el ánimo de la elfa solo empeoro.
-¡Vamooooos~! Tienes que relajarte, es tu primera vez en una expedición-
