F e e l M e

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|| I just want to
slow dance
with you. ||

   Quizás fue la mera casualidad de haber escuchado el suave violín desde su cuarto y descubrir esos azabaches rizos danzar una hermosa melodía que no creía haber escuchado en su vida.

   Pero también pudo ser la peculiar forma en que vió sus pies deslizarse por la madera como plumas en el viento mientras el resto de su delgada anatomía lo seguía con movimientos armonioso.

   O su expresión fría y calculadora, midiendo el centímetro y el segundo exacto en el que debía reaccionar para alcanzar el compas de 2/3 con perfecta noción de un metrónomo dentro de su cabeza; a juego con la serenidad sutilmente perceptible sobre sus rosados labios ligeramente alzados y sus flojas cejas de castaños vellos a contraste de la pálida piel.

   Aunque lo más probable de todo fue por la vacía sensación que se provocó dentro de su estómago cuando detalladamente observó sus rígidos brazos aferrarse a la nada en su baile. Un hueco tan vacío que creyó que él, nadie pero John Watson, calzaría perfectamente dentro de los brazos de Sherlock Holmes.

————(o)————

   John se sintió una de las personas más torpes sobre la faz de la Tierra cuando pisó el pie izquierdo de Sherlock por cuarta vez consecutiva. Soltó una grosería entre dientes mientras escuchaba al detective aguantar una risa dentro de sus labios cerrados.

   A consecuencia del próximo matrimonio, Watson había recurrido a Holmes por unas lecciones de vals para poder realizar el clásico baile después de la ceremonia. Había sido una toda una sorpresa para el detective poder tener a John de vuelta al 221B de la calle Baker aunque fuese por unas horas, por lo que de buen humor había aceptado la solicitud.

   Esa tarde en particular, a dos días de la boda, sería su última clase, y a pesar de que John agradecía que fuera la penúltima vez que tendría que bailar aquello, Sherlock se sentía cada vez peor al pensar que ese día podría ser el último únicamente de ellos.

— Tú –. El de áureas hebras señaló a Holmes con su dedo índice hablando con tono serio –. Deberías estar desesperándote porque no estoy aprendiendo nada y yo debería estar riéndome de mi torpeza, pero tal parece que hoy cambiamos los roles.

— No estoy riéndome de tu torpeza – replicó el acusado con una sonrisa torcida –, me río porque haz fallado tres veces en el mismo movimiento de pierna y todavía no entiendes por qué. Debes prestar más atención a mis movimientos, se supone que el baile se compone de a dos, no uno.

   Sherlock quitó su chaqueta dejándola sobre el sillón sin mayor cuidado al tiempo en que retomaba la posición de antes para volver intentar el mismo paso que parecía causarle estragos a su amigo. Puso su brazo derecho sobre inexistente cintura de Watson y tomó su mano para poder iniciar de nuevo.

— Estoy cuestionándome si haberte pedido que me enseñaras a bailar fue la mejor opción. Quizás debí haber ido a la escuela de danza y tomar clases junto a Mary – dijo John logrando que el azabache errara un paso (sin detenerse pero sí ralentizándose) y lo mirara con el ceño fruncido.

— Por supuesto que no – reclamó ligeramente molesto –. Me gusta enseñarte, y aparte de todo, así puedo aprovechar el poco tiempo que me queda contigo.

   El estómago de John dio un vuelco y tuvo que carraspear para quitar el pequeño nudo en su garganta y responder.

— No nos queda poco tiempo, Sherlock –. Las palabras se sentían vacías dentro de su boca, pero lo ignoró –. Nada tiene que cambiar, ¿lo sabes? – insistió, pero en realidad, le causaba pánico siquiera plantearse estar lejos de Sherlock de nuevo después de que él había vuelto "desde la tumba".

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2020 ⏰

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Slow Dance;; JohnlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora