Cap 5: Te quiero

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El resto del día paso muy lento, Samuel no podía esperar todo ese tiempo para estar de nuevo con Carla.

Durante las clases no paraba de mirarala, era hermosa, demasiado, tanto que comenzo a preguntarse si ella realmentr sentía algo por el o era solo un pasatiempo.

Esa tarde tenía que ir a casa de la chica nueva, Rebeka, se habían echo amigos y ella le ofrecio unas clases de box para poder defenderse de Guzman y Samuel que sabia que el hermano de Marina era inestable acepto si dudarlo, no quería terminar en el hospital.

Rebeka le había caíado bien, muy bien, no era como el resto de las Encinas, era por ejemplo lo opuesto a Lu, hacia lo que quería cuando quería y eso demostraba que era una persona fuerte.

Al llegar a su casa no pudo evitar que los recuerdos comienzen a entrar a su mente, eran pocos pero significaban demasiado.

Todavía no lograba superar la muerte de Marina, si bien ella lo había engañado con su hermano, no quería que esta muriera.

Entro a la casa y todo seguía casi igual, excepto por algunos nuevos cuadros y decoraciónes mas caras incluso que antes.

Bajo al sotano y lo que vio lo dejo impresionado.
En el sotano Rebeka había montado un maldito gimnacio, había muchas maquinas y refrigeradores con bebidas energeticas.

-¿Empezamos o que?- pregunto Rebe

-Joder que grande, esto antes era un oficina- rio Samuel que por un momento no penso en todo lo ocurrido en esa casa.

Rebeka al notar la ausencia de su nuevo amigo decidio acercarse y ofrecerle unas cervezas

-Si no quieres entrenar esta bien tronco, que nos tomamos unas botellas y ya esta- le ofrecio Rebeka con solo 2 fines

Uno era lograr levantarle el animo a su amigo, y el otro era que Samuel era muy lindo y sinceramente le hubise gustado estar en algo con el.

-Esta bien, tomaremos pero mientras entrenamos- contesto Samuel

Rebeka le dio una explicación simple de la destreza del boxeo, le explico los movimientos basicos y le dio una especie de rutina diaria que podia hacer siempre que vaya a su casa.

-Recuerda que puedes venir cuando quieras, tu solo llama- hablo la chica

Samuel ya medio borracho se acosto a descansar en el sillon mientras su amiga continuaba dandole golpes a el saco.

Despues de casi 3 horas de entrenamiento Samuel comezo a dirigirse a su casa, pero cuando vio el mesnaje que había llegado a su movil hace un par de horas se sintio una mierda.

"¿Quieres venir a casa? Estoy aburrida"

Samuel comenzo a pedalear con toda su fuerza hasta la mansion Roson Caleruega. Desde el verano que no estaba allí, ya que los recuerdos de la primera vez no fueron muy buenos.

Se colo por el patio trasero y comenzo a obvservar meticulosamente cada ventana hasga dar con la de la hermosa chica.

Vio la luz encendida y rapidamente empeso a trepar hasta llegar al pequeño balcon, espero unos momentos para reducir su pulso per el ejercicio de la escalada y toco la ventana.

Carla no entendía quien podria ser, Samuel había practicamente ignorado su mensaje y desde entonces solo había estado leyendo sin hablar con nadie.

-¿Quien esta ahí?- pregunto la rubia

-Samuel- salio del otro lado de la puerta

Carla rapidamente abrio la puerta y alli estaba su hermoso castaño todo sudado y agitado, lo que le causo gracia.

-¿Que haces aquí y así?- rio suavemente Carla

-Estaba con Rebeka la nueva y no he podido leer el mensaje a tiempo asi que espero que la invitación siga en pie - dijo el chico con esperanza en su voz

-Vale pasa- respondio feliz por esa visita nocturna

-Pero antes¿Me podría dar un baño?-pregunto Samuel cansado

-Vale pero solo si yo me baño contigo- respondio Carla picara

-Joder vaya castigo- rio Samuel mientras la tomaba de la cintura y le daba un suave beso en los labios

La calida agua caía sobre sus cuerpos desnudos relajandolos infinitamente, por un rato olvididaron todos sus problemas

Ya en un ambiente de total tranquilidad Samuel comenzo a besar el cuello de la rubia, provocandole a esta cosquillas.

-¿Que haces?- rio Carla

Samuel la miro a los ojos y puso sus manos en sus mejillas

-Te quiero Carla- respondio Samuel

Carla no respondio nada, solo acerco sus labios a los del becado y comenzaron a jugar con sus lenguas, ya no podían contenerse mas.

Samuel comenzo a descender por ese suave y sensual cuerpo, primero volvio a saborear ese tentador cuello. Despues empeso a masajear y a humedecer sus hermosos pechos con una delicadeza increible.

Mientras Samuel pasaba su mano desde la pierna hasta su entre pierna, esta comezo a agitarse y su respiración se acelero.

Samuel empeso a estimular la intimidad de la rubia con un suave movimiento por parte de sus dedos y cuando esta no se lo esperaba entro ella.

-Joder-Murmuro Carla entre gemidos mientras el becado entraba una y otra vez en ella, sintiendo como su intimidad apretaba cada vez mas su miembro.

Mientras Carla cerro los ojos tratando de disfrutar totalmente de el habilidoso Camarero, Samuel comenzo a lamer su cuello nuevamente mientras acariciaba sus pechos.

-Joder Samuel, ya. . . ya voy a. . . llegar- trato de decir Carla entre gemidos

-Espera un momento- trato de hacerla resistir un poco mas

Se miraron por un momento, esos ojos conectaban en tan solo segundos, sabían lo que el otro estaba sintiendo porque cada uno sentia lo mismo.

Unieron sus labios y sus leguas comenzaron a salvajemente jugar, cuando un fuerte gemido de Carla indico que había llegado al orgasmo, acompañada de Samuel que con el agudo grito de la rubia termino de matarlo de calentura.

Luego de terminar este caliente enncuentro en la ducha, quedaron abrazados el uno al otro hasta que salieron del baño y se vistieron, Samuel no tenía nada de ropa asi que estaba solo con su boxer.

Se acostaron en la cama uno frente al otro mientras se miraban en un profundo silencio tratando de entender lo que sentían.

Ese sentimiento explosivo que pasaba por cada rincon de sus cuerpos, una reacción química que ocurria cada vez que sus ojos conectaban.

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