Capítulo 2

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Aparco mi auto en frente de la casa de la tía Jennifer. Al ir acercándome a ésta, puedo escuchar detenidamente un par de gritos agudos pero divertidos, Aaliyah y Therence. Sonrío al imaginarme a esos dos pequeños corretearse por el hermoso jardín trasero de la casa.

   Llego a la entrada y toco el timbre. Nadie abre. Lo intento nuevamente y ésta vez sí obtengo respuesta. Veo a un pequeño niño un poco más alto que mi hermana, tiene el cabello rubio alborotado, sus ojos color miel expresan alegría al igual que su sonrisa blanca y su ropa esta desordenada  con una que otra mancha de pasto: Therence.

-¡Pequeño!-.extiendo los brazos hacia él.

   Therence frunce el ceño levemente cuando acepta mi abrazo.

-Déjame recordarte que ya no soy tan pequeño, el otro año, cumpliré nueve-.sonríe triunfante.

-Lo siento tanto señor-.me inclino-.no quise ofenderlo.

-No te preocupes, plebeya, por lo menos no te mandaré al calabozo-.finge voz grave y elegante, pero es tan gracioso en un niño, que los dos empezamos a reír.

-¿Con que ahora soy una plebeya, eh?

-Sí. Lo que pasa es que tu hermana es una princesa, y lo mejor, es que es mía-.alza repetidas veces sus pequeñas cejas.

   Ambos entramos riendo a la casa rústica de la tía. Le pregunto a Therence en dónde se encuentra Aaliyah y Jennifer. El responde que él y mi hermana están jugando a esconderse y es por eso que él respondió a la puerta; y la tía, los dejo solos.

   ¿Es en serio?, ¿a quién se le ocurre dejar a dos niños en una casa tan grande? Dios, por favor, no me hagas perder la paciencia.

   Pasan unos minutos y  se escucha silencio absoluto en la casa entera. Therence y yo, decidimos salir al jardín trasero. Ambos nos sentamos justo debajo del gran roble que está situado en una esquina del patio.

-¿Chelsea?

-¿Si?-.me recargo en la dura corteza del árbol.

-¿Me puedo casar con Aaliyah?-.inclina su cabeza y la coloca en mis piernas, pudiendo así observar parte del cielo y el árbol.

-¿Disculpa?-.me inclino un poco hacia adelante para poder verlo mejor.

-Sí, que si puedo casarme con Aaliyah.

-¿Te quieres casar con mi hermana?, no es posible que mi hermana se comprometa antes que yo, pero, ¿por qué me lo preguntas a mí?

-Pues, quiero tener tu aprobación para seguir con mi plan-.sonríe.

-¿Tu plan?-.rio-. ¿Se puede saber de qué plan hablas?

-No. Es un secreto. Y si alguien se entera, puede que no salga del todo bien.

-Está bien. Therence, puedes casarte con mi hermana.

   Al pronunciar estas palabras, puedo ver como los ojos del pequeño niño se iluminan y deja escapar la sonrisa más sincera y amplia que he podido presenciar en mi vida.

-¿Chelsea?, ¿Therence?-.escucho una aguda voz proveniente de la casa.

   Therence, al escuchar la voz de mi hermana menor, se levanta de inmediato y se sacude el conjunto de ropa que lleva puesto.

-No se te olvide no contarle nada a Aaliyah, será nuestro secreto-.susurra en mi oído.

   Y dicho esto, sale disparado a buscar a Aaliyah.

Igualmente, me sacudo un poco la ropa y entro a la casa. Me dirijo a la nevera y saco una paleta congelada para este condenado calor. Me siento en el sofá de la sala y mi celular vibra; me ha llegado un mensaje.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2015 ⏰

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