-Y si quieres vete y no vuelvas, refúgiate en las drogas como la escoria que te rodea; ¡Y De ahí te sacara tu padre muerto, porque a mí ya no me importas!.- Exclamó la madre de aquel joven que en su ira no media las palabras que le decía al que ya no era su niño.
Desde ese día Peter Velsen sabía que su vida jamás seria igual, ya la mujer la cual veía cada mañana al despertar no era su madre, sinó la persona que más odiaba. Y como se prometió esa noche en lagrimas, huyo lo más pronto que pudo de aquel infierno que pretendía jamás mermar; para entrar en una vida de deseos y consumos cumpliendo con la maldición que le grito su madre.
Es su desgracia, y excesos, su vida se detuvo un segundo al enterarse. Tendrá un hijo, un hijo al que llamara Michael y que prometió amarlo por siempre... O eso deseaba pero sus excesos detuvieron su vida para siempre.
Un 15 de noviembre la muerte cobro una víctima más, Peter Velsen murió un día antes del nacimiento de su hijo, dejando el vacío que su padre le había dejado a él.