𝐄𝐒𝐂𝐀𝐑𝐋𝐀𝐓𝐀 | 𝗌𝖺𝗌𝗎𝗄𝖾 𝗎𝖼𝗁𝗂𝗁𝖺

━ 𝐇𝐚𝐧𝐚𝐞 𝐔𝐳𝐮𝐦𝐚𝐤𝐢

hanae

Desperté despavorida, busqué con la mirada a Ozuru, gracias al cielo estaba junto a mi. Agradecí infinitamente a mi prima por recomendarme que él duermo era conmigo ahora que la casa no era segura.

Había soñado con mi padre, como las ultimas cinco noches desde que tío Toshio llegó. Busque mis pantuflas y me las puse, tenia la sensación que debía buscar a mi hermano, toque suavemente la puerta de su habitación para no despertar a mi madre, esta se abrió por el toque, no había nadie adentro.

Que raro, debían ser las dos de la mañana. Taro siempre dormía temprano.

Me dirigí al ala izquierda de la mansión, la habitación de Nakumi estaba abierta, bufé —ella se había ido hace tres semanas—, entre dispuesta a cerrarla, los de servicio debían de echar llave a este cuarto hasta que mi prima llegara pero algo me detuvo, frente a la ventana estaba mi hermano, observando el patio delantero.

Un escalofrío recorrió por mi cuerpo.

— Nii-san —lo llame, no hubo respuesta— Taro-nii ¿qué haces aquí?

No respondió, ni siquiera parecía que me hubiera oído.

Quise entrar por mi hermano pero alguien sostuvo mi brazo, voltee con miedo para encontrarme con Toshio.

— El estrés lo tiene así, gobernar una aldea en crecimiento como la nuestra es agotador —sonrió el hermano de mi padre— vamos niña, ve a dormir.

Observe a mi tío con la poca luz que las ventanas reflejaban gracias a la luna, ¿por qué él estaba ahí? su sonrisa me ponía la piel de gallina.

— Tío, quisiera llevar a mi hermano a su habitación —hable, él negó repetitivamente.

— Hanae, yo lidiare con él —dijo fríamente, su sonrisa se esfumó— tú no puedes tratar con Taro.

¿Que no podía tratar con mi hermano? ¿Acaso este hombre estaba loco? ¡Era mi gemelo!

— Tío Toshio-

— Deberías ir a cuidar a tu hijo, niñata.

Tomó la perilla de la habitación de mi prima y la cerró de golpe, en ningún momento mi hermano se movió de su posición. El repentino cambio en su tono de hablar me hizo temblar, lo había visto muchas veces tratar así a Nakumi pero nunca conmigo.

Sabía lo que él era, era un maldito monstruo.

— Tiene razón —respondí con mi mejor sonrisa— iré ahora mismo a dormir.

Di media vuelta y camine hacia mi habitación, cuando ese viejo se vaya, volveré por mi hermano.

Las cosas en esta casa habían cambiado mucho desde que Kai y Taro llegaron de Konoha, mi hermano empezaba a actuar extraño, después me enteré de lo que había hecho la basura de Kai y me propuse en vigilarlo yo misma. Sabía que se reunía en secreto con mi tío pero siempre que trataba de escuchar, sellaban las paredes para que el ruido no pasara de ellas.