❤︎Sobre Tuyo❤︎ [Rubegetta] Omegaverse

Parte unica

Había un pulso fuerte en la parte posterior de su cabeza, le pesaba todo el cuerpo de manera descontrolada. Apenas para abrir los ojos y divisar como la luz entraba a travez de las cortinas de tela transparente.

Pensaba en rascarse la nariz, con un terrible picor sobre la punta, pero sus brazos jamás llegaron a su destino, inclinando la cabeza a un lado, viendo cómo sus extremidades estaban atadas al cabezal de su cama. Entrando en pánico para intentar moverse, sin conseguir ni un poco de inestabilidad en el nudo.

Bajando la mirada hacia su cuerpo desnudo, ahora con sus mejillas ardiendo en un rojo oscuro, sintiendose incómodo en su proprio trasero, escuchó como alguien entraba a la habitación, su habitación. La puerta se abrió mostrando al omega portando en sus manos cubitos de hielo.

-Uh, ¿Ya despertaste? -dejó los cuerpos de agua en la cómoda sobre un pequeño plato. Vegetta volteo la cabeza, incrédulo. ¿Cómo se atrevía a preguntarle eso?

-¡Rubén, desatame ahora!- Grito en un chillido, viendo cómo este ni se inmutaba ante su orden. Observando una vez más como la figura del menor desaparecía por el umbral cerrando la puerta.

Quedándose un buen rato ahí, desnudo y atado, con las piernas abiertas, aunque y si no había nadie que lo mirase, se sentía exhibido. Una vez vio como el castaño entraba cerrando la puerta, un gruñido de reclamo salió de su garganta, pero este no reaccionó y fue directamente a guardar una pequeña cajita bajo la misma cama en la cual él permanecía atado.

-¿Se puede saber que haces?- reclamó ahora mirando a los ojos verdes de más alto, después de que esté se subiera a la cama de rodillas, sonriéndole victorioso.

Daba igual si el mismo era un alfa, siempre sería más bajo que Rubén y no entendía por qué la fijación del omega en someterlo. Esté siempre se negaba a ser dócil.

-Solo quiero jugar un poco, ¿Qué acaso no puedo, cariño?- Vegetta no tuvo tiempo de sonrojarse ante el apodo cuando el menor salto a atacar sus labios, gimió en el beso dejando que el contrario metiese su lengua dentro de su boca antes de separarse y volver su mirada hacia la cómoda al lado de la cama.

Rubius, agarrando el primer cubito de hielo mostrandolo al aire, dirigiendo su mano hacia la piel del hombro del alfa. Suspirando ante en toque helado, cerro sus ojos con algo de fuerza con intención de removerse, aunque se detiene cuando el castaño le regaña.

Este sonríe cuando su pareja acata su orden y desliza el cubito gélido por el estómago del alfa, el mayor jadea cuando el menor pasa el cubo más abajo de su zona erógena, llega a la parte inferior de sus muslos dejando un rastro mojado por donde pasa. Rubén forma círculos pequeños de agua fría en la piel de sus nalgas, admirando los rasgos de cada músculo, baja el cubo por las rodillas y tobillos y Vegetta gemiquea por el estímulo.

-Esto es injusto si solo tú estás vestido.- habló el chico atado retomando el aire mientras veía como el omega dejaba el cubo ya casi hecho agua en el plato de nuevo, sacándose la camiseta, se acercó al pecho mojado del alfa y lleva su boca a rodear el pezón. Rubius libera su olor a menta para calmar al mayor debajo suyo, sintiendo como su prominente erección florecía en sus pantalones queriendo ser liberada. Agarra la polla de Vegetta entre su mano y empieza a bombear alrededor de la circunferencia, pasando su dedo por encima de la cabeza mojada con presemen.

Vegetta en un intento nulo de reprimir sus jadeos, voltea su cabeza mordiendo la almohada. -Por favor, desatame. - Murmura entre suspiros y jadeos y Rubius se separa de su pezón, pero sin parar de masturbar su polla.

- ¿Me prometes que si te desató no intentaras nada? -Vio como el alfa asentía frenéticamente con lágrimas en las comisuras de sus ojos. Confiando en la palabra muda del mayor, estiró sus brazos para llegar a los nudos sobre el cabezal y desatarlos, volviendo a hacer lo mismo con los de los pies.