«Nuevas Personas»

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4/01/2100 [7:15 p.m.]

– ¿Ves eso en el cielo? – pregunto Soobin a la vez que miraba el cielo.

— ¿Que cosa? Recuerda que no puedo verlo, estoy conduciendo, duh! — Dijo con obviedad ante aquello.

– Pues deten el auto por un momento, en serio, eso parece algo no muy bueno – dijo con un tono de voz asustado.

— No me puedo detener ahora, hará que perdamos tiem.. —

Pum!

[9:00 p.m.]

— ¿Dónde estoy? — se preguntó a si misma — Ahh!! Maldición! —

Si, SungMun había tenido un choque algo demasiado fuerte ya que la camioneta en la qué se encontraba estaba totalmente boca abajo, y no era nada bueno. La pregunta era ¿Dónde estaba Soobin?. Rápidamente volteo hacia un lado, y claro, el no estaba ahí.

Salió con cuidado de dónde estaba, para así, poder seguir, pero ahora tenía dos problemas, buscar a dos personas, y eso no era para nada fácil. Camino unos cuantos metros y se percató de que una persona estaba tirada en aquel pavimento, parecía de unas cuantas horas ya que tenía sangre pero aún no estaba del todo seca, entonces ¿Que horas eran? Reviso su celular y vaya la sorpresa que se llevó al saber que eran las nueve de la noche, dejo eso aún lado y decidió ayudar a aquella persona que estaba inconsciente aún.

Tomo su pulso y efectivamente estaba todavía con vida, trato de llevarla a la orilla de la calle, y si, era una chica, pero la chica estaba armada, a un lado también llevaba una pequeña radio para comunicarse con que ella supone otra persona. La chica poco a poco fue tomando consciencia pero nunca se percató que había otra persona a un lado de ella, así que tomo su radio como si nada, y se escuchó lo siguiente.

– Kim, me copias!

No hubo respuesta.

– Seo, me copias!

Tampoco hubo respuesta.

Ahn, me copias!

Obtuvo el mismo resultado.

– Maldición!! – grito.

SungMun sabía que no era muy buena idea hablar, ya que esa chica parecía muy hábil y en cuestión de segundos la podía matar, pero era lo mejor, ya que al a parecer ella también tenía a sus amigos perdidos, y pues ustedes ya sabrán lo que hizo SungMun.

— No grites — tapo la boca de ella.

Y si, en un par de segundos quitó su mano, la empujó hasta que quedara en el suelo y luego saco una pequeña navaja poniéndola en el cuello de Sung.

— Oye! Tranquila no te iba hacer daño, pero al parecer tu a mi sí — lo último lo dijo con un tono divertido aunque por dentro sentía miedo.

– No estoy para esos juegos, ¿que hacías? ¿por qué estabas ahí? – cuestionó la chica.

— Tranquila, te contestaré tus dudas, pero primero suelta me — sonó seria para así intimidarla un poco.

Mi Realidad ~ Han Sung MunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora